a inflación de marzo fue del 4,8 por ciento y acumula en el último año un incremento del 42,6 por ciento. En el año, la suma ya da 13 por ciento en tres meses. Es el máximo registro mensual desde que Alberto Fernández es presidente.
Así lo informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), por lo que en los primeros tres meses del año el incremento ascendió al XX por ciento. En enero se había registrado un alza del 4% y en febrero del 3,6%, por lo que este registro es, por ahora, el más alto del año.
El precio de los alimentos y bebidas volvió a ser uno de los sectores con subas más pronunciadas entre los considerados por el Indec. Este rubro tuvo en marzo un alza de 4,6%, aunque los rubros que escalaron como Educación, con 28,5% e Indumentaria y Calzado, con 10,8 por ciento.
Cabe señalar que el Gobierno fijó en el presupuesto una meta anual del 29%, aunque los analistas privados creen que rondará el 46%, pese a que el mercado cambiario está tranquilo y a que las tarifas de los servicios públicos no aumentaron todavía.
En este sentido, el ministro de Economía, Martín Guzmán, ya había anticipado ayer desde Europa que “en marzo la inflación va a ser la más alta del año”, pero aclaró que bajaría a partir de abril, al participar desde Italia -a través de una video llamada- de una reunión del gabinete económico. “En marzo la inflación va a ser la más alta del año, pero esperamos una reducción a partir de abril”, señaló Guzmán al participar de manera virtual en el encuentro. Sin embargo, los analistas creen que el IPC podría mostrar un registro parecido al del mes pasado.
Según el ministro, “hay circunstancias coyunturales que han estado afectando a los precios, incluyendo la inflación en alimentos, que es un problema en el mundo y en particular, en esta pandemia”. Por otra parte, el titular del Palacio de Hacienda explicó que “a esto se le suman comportamientos que deben corregirse”. “Los sindicatos han mostrado un accionar responsable y alineado con los objetivos de la política macroeconómica, que busca una reducción de la inflación gradual y consistente, junto a una recuperación del poder adquisitivo y del salario”, expresó.
En cambio, “del lado de algunas empresas seguimos viendo comportamientos que se basan en una expectativa de mayor inflación; hace falta más cooperación de su parte para alinear expectativas y comportamientos con los objetivos macroeconómicos”. “En ausencia de un alineamiento de conductas con los objetivos factibles de estabilización macroeconómica, el Estado profundizará las acciones de políticas de precios para favorecer esos objetivos”, concluyó. Ayer, se anunció que los inspectores de la AFIP controlarán los Precios Máximos, por lo que el Gobierno parece insistir con una serie de herramientas que en el pasado ya demostraron su fracaso.
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