Salió a caminar por El Chaltén y se cruzó con cinco pumas

El hombre es del Chaco pero estuvo de viaje en Santa Cruz para hacer turismo. Se volvió a su casa con una anécdota y un video increíbles. Un hombre de Chaco se fue de vacaciones a El Chaltén, en Santa Cruz, y volvió a su casa con una anécdota increíble, y el video para probar su veracidad: salió a caminar por el sendero al Fitz Roy el 8 de abril pasado y se encontró con cinco pumas. Los espantó tosiendo.

“Yo fui con un grupo de amigos. Me alejé de ellos porque se quedaron atrás descansando. Cuando me quedo a esperarlos a ellos veo a un puma que sube. Ahí preparo mi cámara y le saco foto. En eso escucho un ruido y había otro que me estaba mirando”, relató Sergio a la radio FM Dimensión de El Calafate, Santa Cruz.

“Ahí lo empiezo a grabar. Primero subieron dos y después llegaron los otros tres. Uno se me acercaba, pero yo por suerte me quedé quieto nomás. Entonces ahí es cuando muevo un poco la cámara porque no sabía qué hacer, no sabía si correr”, relató el hombre, ahora más distendido.

Los pumas no suelen buscar el contacto con humanos pero son animales curiosos como buenos felinos, así que de estar frente a uno desde Parques Nacionales sugieren no perder la calma, no salir corriendo y buscar el contacto visual con el ejemplar.

Además se sugiere agrandar la propia figura (quizás con una mochila sobre la cabeza para ganar altura) y hacer ruido y ademanes enérgicos para ahuyentar al animal. Nunca hay que darle la espalda.

“Aparentemente son buenitos porque se asustaron de mí y huyeron. Era una familia de cinco pumas juntos. Lo único que atiné fue a sacar mi celular y lo grabé. Uno se acercó bastante y por eso tosí”, explicó Sergio, para quien “fue una experiencia muy linda” que a sus amigos les costó creer hasta que vieron el video.

Sergio había salido con sus amigos y “una señora” desde un camping de la zona. El grupo se declaró cansado y la mujer hasta pidió que la buscara alguien, pero al ver el video del hombre todos se pusieron en marcha de nuevo sin chistar.

El Patagónico