Dos buques de la Armada de Estados Unidos hicieron disparos de advertencia contra barcos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGCN) en el Golfo Pérsico, tras un acercamiento que Washigton consideró “injustificado” a las embarcaciones estadounidenses.
La Armada estadounidense reseñó que envió “múltiples advertencias a través de radio puente a puente y dispositivos de megáfono”, pero aún así las naves de la IRGCN siguieron sus maniobras de corto alcance, por lo que “la tripulación de Firebolt ha lanzado disparos de advertencia y las embarcaciones de la IRGCN se han alejado a una distancia segura”.
Además, la tripulación estadounidense intentó comunicarse “de forma proactiva” con los buques de la IRGCN, mientras que “han ejecutado respuestas planificadas previamente para reducir el riesgo de errores de cálculo, evitar una colisión y reducir la escalada de la situación”, consignó la agencia DPA.
También detalla el texto que tres naves “de ataque rápido costero” de la Armada iraní “no tuvieron debidamente en cuenta la seguridad de otras embarcaciones como lo exige el derecho internacional”, ya que se acercaron “rápidamente” a los buques estadounidenses en aguas internacionales” con “intención desconocida”.
Firebolt y Baranoff, los dos buques estadounidenses involucrados en el hecho, hacían operaciones de seguridad marítima de rutina en aguas internacionales cuando se dio el incidente.
“Estados Unidos no es un agresor; nuestras fuerzas navales se mantienen en una postura no provocativa que ejemplifica el profesionalismo, incentiva el cumplimiento de las leyes y costumbres internacionales y persuade a otros a emular nuestras acciones”, concluye el texto de la Armada norteamericana.
Durante abril, Estados Unidos denunció en varias ocasiones un acoso por parte de las embarcaciones iraníes, en lo que supone una escalada de tensiones marítimas entre ambos países, que por otro lado y mediados por potencias, discuten en Viena cómo resucitar el acuerdo nuclear.
Las delegaciones de Irán, Alemania, Francia, Reino Unido, China y Rusia iniciaron este martes su cuarta semana de negociaciones a nivel de directores políticos y expertos para salvar el acuerdo, en tanto EEUU participa de forma indirecta a través de intermediadores.
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