El expresidente de Estados Unidos Donald Trump seguirá vetado de Facebook e Instagram por “alentar y legitimar la violencia” durante el asalto al Capitolio el 6 de enero pasado, indicó el Consejo Asesor de Contenidos, un cuerpo formado por investigadores independientes y creado por la empresa de Mark Zuckerberg.
La resolución, que es vinculante y no podrá ser apelada, indicó que “existe evidencia suficientemente” para prohibir el acceso del magnate a esas redes sociales, pero no para que esa medida sea permanente, por lo que instó a la empresa a mejorar su caso dentro de los próximos seis meses.
El panel también instó a Facebook a revisar “su contribución a la narrativa del fraude electoral y las tensiones políticas” que llevaron a la violencia en el Congreso que dejó cinco muertos cuando estaba en marcha la sesión para certificar la victoria electoral de Joe Biden.
Durante ese asalto, el magnate publicó en sus redes sociales un video en el que les pidió a sus simpatizantes que se vayan a sus casas, pero con en un mensaje ambivalente también les dijo: “Los amamos, son muy especiales”.
Ese posteo fue borrado por Facebook, argumentando que violaba sus reglas, por lo que el republicano insistió con un texto en el que justificó la violencia ante “una victoria electoral aplastante despojada de manera tan brutal”, que también fue luego eliminado.
La empresa suspendió por 24 horas sus cuentas y, a casi dos semanas de dejar la Casa Blanca, la prohibición pasó a ser por tiempo indefinido, lo que fue justificado así por Zuckerberg: “Creemos que los riesgos de permitir que el Presidente continúe usando nuestro servicio durante este período son simplemente demasiado grandes”.
El Consejo Asesor de Contenidos acordó con la medida al determinar que Trump “creó un entorno en el que era posible un grave riesgo” y sus palabras hacia sus simpatizantes “legitimaron las acciones violentas”.
Previo a llegar a la Casa Blanca, Facebook se negó a bajar varios videos controvertidos de Trump, como el que subió en 2015 el entonces candidato republicano pidiendo prohibir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos, medida con la que después avanzó al llegar al poder.
En ese caso la compañía decidió dejarlo online por la política de “interés periodístico”, lo que significa que si bien reconoció una violación en las condiciones de uso de la red social, se priorizó que era un material de interés público.
En su resolución de este miércoles, el consejo hizo hincapié “en que las consideraciones de interés periodístico no deberían tener prioridad cuando se necesita una acción urgente para prevenir daños importantes”.
El año pasado, al exmandatario se le permitió publicar constantemente información falsa sobre el coronavirus e incluso, tras los disturbios por el asesinato del afroestadounidense George Floyd por parte de un policía en Minneapolis, posteó: “Cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos”.
La presión de los trabajadores para que la empresa tome cartas en el asunto, de acuerdo a documentos internos que reveló en junio de 2020 el Washington Post, el uso de las redes sociales para difundir su denuncia de “fraude” en su derrota frente a Biden y, principalmente, el asalto al Capitolio, modificaron la relación entre Trump y Facebook.
A fines de enero y tras la suspensión de sus cuentas, la empresa envío el caso al Consejo Asesor de Contenido, un cuerpo formado por 20 especialistas en temas como periodismo, extremismo y libertad de expresión para que tenga la última palabra sobre el caso.
Llamado la “Corte Suprema de Facebook”, este consejo comenzó a funcionar en octubre del año pasado para moderar en cuestiones vinculadas a discriminación, amenazas de violencia o la difusión de noticias falsas.
Sus críticos creen que es la mejor forma que tiene la empresa utilizada por cerca de 3,5 billones de personas (entre Facebook, Instagram y WhatsApp) para tercerizar sus responsabilidades sin generar ningún cambio significativo en su funcionamiento.
Otras redes sociales como Twitter, la favorita de Trump, además de plataformas como Twitch y aplicaciones como Google Play, entre otras, prohibieron o restringieron la difusión de mensajes del magnate a partir de sus últimos días de Gobierno bajo el argumento de “incitación a la violencia”.
Ante esta situación, el exmandatario creó su propia plataforma para comunicarse con sus seguidores donde reiteró las denuncias de “fraude” en las elecciones que perdió el 3 de noviembre pasado.
“Si el cobarde e incapaz líder de la minoría (republicana en el Senado) Mitch McConnell hubiera batallado para exponer toda la corrupción que apareció en aquel momento, y con más hallazgos desde entonces, hubiéramos tenido un resultado muy diferente” de los comicios, escribió Trump en el comunicado divulgado poco después de la decisión de Facebook.
El magnate, quien analiza postularse nuevamente a la Casa Blanca, repitió que hay abundantes pruebas de fraude electoral e instó a sus seguidores “a no rendirse jamás”.
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