Ayer en el Teatro Municipal “Héctor Marinero”, dependiente de la Dirección de Gestión Cultural de la Secretaría de Desarrollo Comunitario se realizó una presentación musical del violonchelista Pablo Díaz, quien estuvo acompañado por grupos vocales, de cuerdas y de viento en lo que significó el cierre de tres jornadas intensas de las que participaron estudiantes jóvenes y adultos.
Pablo Díaz tiene 23 años y es riogalleguense. Comentó que empezó su camino en la música “a los 9 años a estudiar en el Conservatorio Provincial de Música y a los 10 en La Orquesta del Barrio, tuve viajes y muchas capacitaciones hasta los 18 años que tomo la decisión de seguir estudiando en la Universidad Nacional de Artes” y resaltó que toda la formación recibida en esta ciudad le “permitió llegar con una buena base, entonces pude entrar y estudiar la licenciatura que ya estoy en la última etapa de tesis”.
Estos días en que brindó la clínica de violonchelo en Río Gallegos fueron “muy emotivos” para Pablo, ya que –según expresó- “significa volver a mis inicios, al lugar donde nací, donde tengo mis amigos, amigos músicos también, donde empecé con la música y por sobre todo poder dar lo que aprendí a mis compañeros y a los alumnos que están empezando y contribuir con un granito de arena”.
Díaz señaló que fue una sorpresa descubrir cuántos estudiantes de violonchelo hay en la ciudad: “Pensé que no había tantos y que conocía a la mayoría, pero cuando vi el curso y la charla encontré que hay un montón y eso está muy bueno”. Al ser un instrumento poco convencional “la gente cree que es muy difícil, pero es igual que todos los instrumento, solamente hay que animarse y ponerle pasión”, afirmó.
Finalmente el joven músico agradeció a Rafael Castillo por brindar el espacio y la oportunidad, a Mariano Mosso por el apoyo y acompañamiento y al Fondo Nacional de las Artes por la beca que le brinda y que permite también llevar adelante esta actividad.
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