Ya tenían conocimiento, en base a las declaraciones que había formulado el intendente Fernando Cotillo, que el COE local iba a adherir al Decreto provincial por el cual vuelve a prohibirse hasta el 30 de mayo el servicio atención al público en ese rubro, limitándolos a trabajar solamente bajo la modalidad delivery y take away.
Las quejas se fundamentaron en que Caleta Olivia estaba contemplada por el gobierno provincial como una zona de riesgo medio en la pandemia del COVID 19 e incluso una restricción de este tipo no se aplicó en los primeros meses de este año cuando los casos activos del virus fueron muy superiores a los 357 que se registraban hasta ayer.
Resaltaron además que ellos ya afrontaron varios meses de cierre al inicio de la pandemia y muy pocos pudieron acceder al programa provincial “Santa Cruz Ayuda” debido a los burocráticos trámites exigidos y los que pudieron completarlo solo recibieron un exiguo aporte económico.
Además, descreen que las nuevas restricciones durarán poco más de una semana ya que algo similar ocurrió en 2020 e incluso las mismas solo se levantaron parcialmente porque solo se les permitió atender clientela con un 30% de la capacidad de sus locales.
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