Mauricio Macri repite por estas horas que a Horacio Rodríguez Larreta lo quieren convencer para que cometa un “parricidio” para correrlo del PRO y que eso pone en riesgo el futuro de Cambiemos.
El expresidente dice que el jefe de gobierno “se deja influir más de lo que parece” y apunta en especial a uno de los consultores políticos más importantes del país. En ese contexto está muy preocupado por la interna que se generó en el PRO y que a un mes del cierre de listas aún no la haya podido desactivar.
El uso del término parricidio simboliza por un lado que Macri se siente el padre político de Larreta y que ve como una traición que quiera sucederlo por las malas y no como hizo en la Ciudad en 2015, con su apoyo explícito para derrotar a Gabriela Michetti en la interna.
Por otro lado, la alusión al homicidio indica que Macri aún no quiere que lo jubilen de la política y menos una figura del partido que él mismo fundó y del que todavía se siente líder.
Cerca del expresidente aseguran que no tiene definido qué va a hacer en 2023. A veces deja trascender que apoyará a Larreta como hizo en la sucesión porteña, pero al mismo tiempo habla de un “segundo tiempo”, como la búsqueda de una revancha para ir por la presidencia él mismo y borrar la imagen que dejó con la primera.
El cuestionado dirigente cree que el adelantamiento de esa discusión, mientras a los radicales les brota un nuevo candidato a presidente por semana, es perjudicial para Cambiemos y puede llevar a la oposición a la derrota en 2023. “Si perdemos me tengo que ir del país”, asegura Macri, mientras sus ex colaboradores acumulan procesamientos. Por ese mismo motivo en el PRO no descartan que Macri se presente él mismo como candidato en la Ciudad.
Un par de semanas atrás Macri le pidió a su ex jefe de gabinete que no opusiera más resistencia a la candidatura de Patricia Bullrich como diputada por la Capital. A cambio ofreció allanar el camino para que el vicejefe porteño, Diego Santilli, encabece la boleta en la provincia.
Pero Larreta le dijo que van a ir a internas porque insiste con que María Eugenia Vidal encabece la lista porteña y cree que está muy cerca de convencerla.
Macri no se resigna y todavía tiene esperanzas de que la ex gobernadora bonaerense compita en la provincia. A Bullrich la sostiene porque le sirve de contrapeso para frenar a Larreta y porque cree que puede ganar la Ciudad cómodamente, si bien en los últimos días escuchó propuestas para llevarla de candidata en la provincia.
El ex presidente también choca con Larreta por la estrategia para la CABA y dice que el PRO no puede perder la Ciudad en manos de los radicales. Larreta dice que la Ciudad es un engranaje más para su carrera presidencial y por eso especula con dejarla en manos de Martín Lousteau, si eso lo ayuda a cumplir su objetivo.
Pero Macri avala la estrategia de su amigo Nicolás “Nicky” Caputo, que sugiere que antes que concentrar todas las fuerzas en una campaña presidencial de Larreta, el PRO debe garantizarse la continuidad en la Ciudad, que es la fuente de la que vive todo el partido amarillo.
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