La emergencia se declaró en la parte frontal de la casa del tipo prefabricada, ubicada en la esquina de las calles Peñaloza y Patagonia, donde residen dos conocidos vecinos, Germán Stoessel y la abogada Karina Resgenburger, quienes circunstancialmente no se encontraban en el lugar.
Solo se hallaba un hijo de la pareja, quien alertó rápidamente a su padre del fuego que se había declarado aparentemente en el área adyacente a un calefactor.
Las llamas se propagaron en forma rápida e iban destruyendo gran parte del mobiliario y otras dependencias cuando llegaron los bomberos, pero éstos no tenían suficiente presión en la línea de agua, por lo cual tardaron en sofocar las llamas.
Stoessel, a pesar de la peligrosa situación, ingresó a la casa y lo primero que hizo fue retirar una bandera nacional con mástil que hace pocos días había sido utilizada para la toma del juramento de lealtad de un grupo de niños que cursa el cuarto grado de escuelas primerias.
Este vecino es un ferviente defensor de la soberanía nacional y hace pocos años viajó por su propia cuenta a las Islas Malvinas. Allí recorrió en bicicleta las zonas donde en 1982 se sucedieron cruentos acontecimientos bélicos e incluso legó hasta el cementerio de Darwin para rendir su homenaje a los soldados argentinos caídos en combate.
Respecto al incendio de su vivienda, lamentó las pérdidas materiales, pero agradeció a Dios que nada la había pasado a su hijo.
No obstante, le indignó que los bomberos que son parte de la estructura de la Policía de Santa Cruz, no contaran con equipamiento en condiciones para afrontar emergencias para la que están preparados.
En este caso atribuyó responsabilidad a las autoridades provinciales por no destinar los fondos suficientes para el mantenimiento de las autobombas que se disponen en Caleta Olivia. Resaltó que este es otro ejemplo de que generalmente dan prioridad a la solución de diferentes problemas de infraestructura que se registran en Río Gallegos.
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