“Fue un pedido que hizo el Sindicato, y nosotros conocemos el trabajo de todos los que están sentados hoy aquí.
Hemos vivido tiempos difíciles, donde se nos enganchó con todas las expectativas puestas en transformar Río Gallegos de la mano del trabajador. Sin embargo, la pandemia complicó la situación de todos los que vivimos en la ciudad. Muchos tuvieron que dispensarse, otros siguieron trabajando y otros fueron recuperando la confianza en materia laboral para poder cumplir y entender que entre todos debíamos superar esto, con unión y con trabajo”.
“Es necesario entregarle un mensaje a la gente: acá no solo hace falta decisión política, sino que debe ser charlado y acordado. El diálogo permitió que el gremio le solicite a la autoridad máxima de la Intendencia que se evalúe la posibilidad de pasar a planta a estos agentes. Debimos esperar y dejarlo para más adelante, para atravesar la situación complicada, esperando el tiempo necesario. En esos acuerdos se pusieron plazos y ahora es oportuno”, indicó.
Consideró como “una buena idea” que el anuncio se haga en un acto público, “para que no se enteren cuando vayan a retirar el recibo o por un llamado político. Si no poder vernos las caras y saber que estamos entendiendo que la situación de crisis la cambiamos con ustedes y con nosotros mismos”. En este marco, instó a dejar de pensar en “una ciudad de segunda, donde no se puede hacer nada, o donde las situaciones por conflictos gremiales o políticos atrasan el crecimiento de la ciudad”.
A los agentes les dijo: “ahora que van a formar parte de la planta permanente, que sea para beneficio de sus familias, tranquilidad para ustedes, pero sabiendo la responsabilidad que se viene. Hay que seguir progresando, capacitándose, pelear para mejorar las condiciones laborales, pero cumpliendo la expectativa del vecino donde la vara es alta. Formar parte de esta familia municipal significa un doble esfuerzo: reivindicar que no se puso gente a dedo, y que se puede seguir peleando por categoría, por estabilización, por reivindicaciones laborales, por aumentos salariales y para equipar un municipio para beneficio común. Tenemos la responsabilidad de darles las herramientas necesarias para que Río Gallegos crezca y la dirigencia sindical siga fortaleciéndose. Necesitamos un gremio fuerte para hacer peleas fuertes y discusiones fuertes, pero no en la calle, sino en reuniones de trabajo que permitan mejorar y llegar a una solución para que el trabajador esté mejor y que se vea reflejado en la ciudadanía. De esta manera podemos mostrar una gestión que pretende transformar a Río Gallegos en una verdadera capital de provincia”, concluyó.
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