a fiscal federal Alejandra Mangano impulsó la investigación para determinar si el expresidente, Mauricio Macri, utilizó las más de 15 visitas que le realizara el juez de la Cámara Federal Casación Penal Mariano Borinsky para ejercer una influencia indebida y obtener resoluciones judiciales a la medida de sus intereses.
“Se deberá establecer si dichos encuentros entre el expresidente de la Nación y el Juez de Cámara fueron la ocasión para una influencia indebida por parte del primero para la resolución de casos judiciales”, sostuvo la fiscal en el dictamen que presentó ante el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi.
Estos encuentros serán investigados en el mismo expediente en el que ya se investigan las visitas que Macri recibiera en la Casa Rosada de parte de otro juez, el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal Gustavo Hornos, que no fueron informadas en los registros oficiales de audiencia, pero quedaron plasmadas en el libro de ingresos a la Casa de Gobierno.
La fiscal aceptó la ampliación de la denuncia que había sido presentada el 25 de junio pasado por los diputados nacionales Rodolfo Tailhade, Leopoldo Moreau y Eduardo Valdés el 25 de junio.
Al impulsar la investigación, la fiscal requirió consultar a la Cámara Federal de Casación Penal acerca de si existió alguna comunicación formal por parte de los jueces en los días en los que se reuniones con el entonces presidente Macri.
La fiscal también solicitó que se le consulte al máximo tribunal penal del país y al Consejo de la Magistratura que informen si se iniciaron actuaciones a partir de las denuncias vinculadas a los encuentros entre los jueces y el exmandatario.
Los diputados denunciantes enumeraron en su momento que Hornos visitó en 6 oportunidades a Macri en la Casa Rosada y por lo menos 2 veces en la Quinta de Olivos, mientras que Borinsky visitó al expresidente 16 veces en la quinta presidencial y 2 en la Casa de Gobierno.
“La falta de registro de las reuniones de Macri con Hornos y con Borinsky en la Casa Rosada y en Olivos no fue un olvido, sino un ocultamiento deliberado con una sola explicación razonable: esos encuentros entre el expresidente y los jueces tenían fines que debían ser ocultados”, sostuvieron los denunciantes.
Del detalle de diez encuentros con Hornos o Borinsky cuando ambos magistrados firmaron, el 29 de diciembre de 2016, el fallo con el que dispusieron la reapertura de la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
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