El Ministerio de Salud de la Nación confirmó que se detectó la variante Delta del virus SARS-CoV-2 (que causa la COVID-19) en 9 viajeros provenientes de Estados Unidos, México y Paraguay, 2 de los cuales tuvieron resultados de test de antígenos positivo al ingresar al país, en tanto los restantes dieron positivo en la PCR de control realizada al séptimo día de aislamiento o ante la ocurrencia de síntomas.
Hasta el momento, fueron identificados un total de 15 casos de SARS-CoV-2 variante Delta por parte del Laboratorio Nacional de Referencia del INEI-ANLIS. Todos ellos corresponden a viajeros internacionales, o relacionados con viajeros, 9 de los cuales fueron informados en la última semana.
La variante B.1.617.2 o Delta, identificada originalmente en la India, es una de las variantes consideradas “de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se encuentran bajo vigilancia por parte de las autoridades sanitarias nacionales debido a que está asociada a un repunte de casos en los países donde se volvió preponderante.
De hecho, para retrasar el ingreso de la variante Delta se pusieron nuevas medidas para garantizar el correcto aislamiento de los viajeros que ingresan al país, como contamos en esta nota.
Por su parte, la Dirección Nacional de Migraciones comenzó a realizar operativos en conjunto con las provincias para constatar que las personas que ingresan al país cumplan con el aislamiento obligatorio de 10 días con el fin de evitar la propagación de esta nueva variante.
Sobre un total de 747 inspecciones a domicilios declarados realizadas en 8 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires, se constató que el 38% de las personas no cumplía con el aislamiento obligatorio. Las 287 personas fueron denunciadas penalmente y acusadas de incumplir los artículos 205 y 239 del Código Penal, bajo la figura de violación a medidas contra epidemias y desobediencia a la autoridad pública.
Qué sabemos sobre Delta
La variante B.1.617 comprende varios sublinajes: B.1.617.1 (denominada Kappa), B.1.617.2 (Delta) y B.1.617.3 (no se le asignó una letra griega), que difieren ligeramente en sus mutaciones características.
La variante B.1.617.2 es una de 4 variantes consideradas por la OMS como “de preocupación” junto con la variante B.1.1.7 o Alfa (detectada originalmente en Reino Unido), la variante B.1.351 o Beta (detectada originalmente en Sudáfrica) y la variante P.1 o Gamma (detectada originalmente en Brasil).
“Tanto Kappa como Delta se identificaron por primera vez en la India a finales del 2020, y mostraron un gran aumento de su frecuencia en diversas regiones de ese país. En mayo, de acuerdo con la trayectoria epidemiológica en India, replicada en Reino Unido y a diversos resultados experimentales, la OMS clasificó a B.1.617.2 como variante de preocupación (Delta) y a B.1.617.1 como variante de interés (Kappa)”, explicaron a Chequeado los virólogos Carolina Torres y Humberto Debat, miembros del consorcio PAIS de genómica de SARS-CoV-2 en la Argentina.
La variante Delta se asocia al crecimiento exponencial de casos de COVID-19 observados en la India en 2021 y la crisis sanitaria que afecta a ese país. Desde entonces, esta variante se ha extendido a nivel mundial: ya se detectó en 75 países, incluido la Argentina.
Además, representa el 99% del total de nuevos casos en el Reino Unido, según el último informe del Public Health England (PHE, por sus siglas en inglés), y el 20% en los Estados Unidos (el doble que hace 2 semanas), según informaron los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Estudios preliminares (no revisados por pares) sugieren que las mutaciones presentes en esta variante se asocian a una mayor transmisibilidad entre personas, una reducción de la capacidad de algunos anticuerpos monoclonales de neutralizar al virus (es decir, de bloquear la infección) y una reducción moderada en la capacidad de los sueros de post vacunados de neutralizar al virus (ver acá, acá y acá).
Un informe del PHE indica que Delta sería aproximadamente un 60% más transmisible que la variante Alpha, que a su vez resulta más transmisible y causa infecciones más severas que el coronavirus de la primera ola. Asimismo, un estudio publicado recientemente en la revista científica The Lancet -que analizó datos de Escocia- sugiere que Delta podría duplicar las probabilidades de hospitalización con respecto a la variante Alpha.
Además, esta semana se identificaron en la India 2 sublinajes de Delta (AY.1 y AY.2) -conocidos como Delta Plus- que incorporan una mutación extra denominada S:K417N asociada a escape inmune. Hasta el momento, no hay evidencias de que estos sublinajes se comporten distinto que Delta en general pero se los monitorea con atención.
Efectividad de las vacunas frente a Delta
Los estudios epidemiológicos de esta variante son preliminares. De acuerdo con reportes del PHE y a 2 publicaciones recientes aún no revisadas por pares (ver acá y acá) sobre la efectividad de la inmunización en el Reino Unido en el contexto de Delta, habría una reducción en la efectividad de las vacunas de AstraZeneca y Pfizer frente a casos sintomáticos. La protección en individuos inmunizados con una dosis fue de alrededor del 31% y con 2 dosis del 80%.
Sin embargo, y en consistencia con resultados previos frente a otras variantes de preocupación, ambas vacunas conservaron altos niveles de efectividad frente a hospitalizaciones frente a esta variante, ya sea con una dosis (75%) o dos dosis (94%).
También los datos de Escocia indican que la vacunación con AstraZeneca o Pfizer redujo las hospitalizaciones y las infecciones, aunque menos que con la variante Alpha.
Frente a estos datos, el gobierno de Reino Unido decidió el 14 de junio último reducir el intervalo entre las 2 dosis de 12 semanas a uno de 8 semanas. “Este nuevo régimen, en sintonía con la presencia y alta frecuencia de una variante más transmisible, asociada a infecciones severas y menor efectividad de vacunas sobre infecciones sintomáticas con una dosis, podría ser replicado en nuestra región, donde adoptamos también la estrategia de retraso de segunda dosis en un contexto internacional de escasez de vacunas”, analizaron Carolina Torres y Humberto Debat.
El investigador Denis Logunov, subdirector del Instituto Gamaleya, aseguró en declaraciones a la prensa que la vacuna Sputnik V tiene una eficacia contra la variante Delta “superior al 90%”, ya que la vacuna “muestra una disminución menor en la eficacia contra esta variante que cualquier otra”. Sin embargo, ningún estudio que confirme estos datos de eficacia fue publicado hasta el momento.
Por su parte, la OMS llamó a vacunar cuanto antes a toda la población de alto riesgo en todos los países. “Esta variante Delta es más rápida, más capaz, atacará a los más vulnerables de forma más eficaz que las anteriores y si hay gente vulnerable sin vacunar, está en mayor riesgo. Todas estas variantes son letales, pero ésta tiene más potencial porque es más eficiente en la transmisión y eventualmente encontrará a las personas que enfermarán de gravedad, serán hospitalizadas y podrán morir. Podemos proteger a esa gente vulnerable ahora”, dijo Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS.
La epidemióloga que lidera la respuesta al coronavirus de la OMS, María Van Kherkove, insistió en que las vacunas siguen siendo eficaces contra todas las variantes, pero recalcó que para obtener la máxima protección hace falta recibir el esquema completo de vacunación. “Hasta ahora las vacunas son altamente eficaces, pero puede haber una constelación de mutaciones que hagan que pierdan eficacia”, afirmó, al mismo tiempo que remarcó que lo más importante es frenar la transmisión del virus.
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