Fue realizada en homenaje a un escalador austriaco fallecido en la zona. Es la primera capilla de El Chaltén y en 2010 se la declaró monumento histórico provincial. Su estado requiere tareas de mantenimiento. Autoridades municipales se reunieron con funcionarios de Cultura Santa Cruz para gestionar esas tareas y también solicitar que se gestione la declaración de lugar histórico nacional. La directora de Patrimonio, Carla García Almazán contó detalles.
La Capilla de los Escaladores es un regalo al pueblo de El Chaltén del escalador austríaco Edward Müller, quien en los años 90 visitó El Chaltén con el fin de conocer las montañas en las que murió su amigo de la infancia Toni Egger. El alpinista ítalo-austríaco falleció a causa de una avalancha de nieve, en febrero de 1959, en un intento por conquistar la cima del Cerro Torre.
En 1995 un grupo de escaladores austríacos, encabezado por Edward Müller, comunicó a las autoridades argentinas el deseo de donar una réplica de la Capilla Italiana Saint Michael en homenaje a su amigo Tonni Egger y a otros montañistas fallecidos trágicamente en la zona. La Comisión de Fomento de El Chaltén acepta la donación.
Los materiales de construcción fueron enviados desde Europa, y cuatro austríacos llegaron para trabajar en la obra que se finalizó en febrero de 1997.
La Capilla de los Escaladores “Toni Egger” forma parte del patrimonio y la historia de El Chaltén. Funciona como espacio de memoria. En el año 2010 fue declarado Monumento Histórico Provincial.
En 2015, la entonces diputada nacional Ana María Ianni presentó un proyecto para declararla “Lugar Histórico Nacional”, por su valor simbólico y cultural, y su entorno paisajístico. La iniciativa no prosperó.
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