El embajador argentino en la Paz, Ariel Basteiro, anunció este lunes que recibirá en las próximas horas nueva documentación hallada por el Gobierno del vecino país vinculada con el supuesto contrabando de material bélico y dijo que esos archivos abonarían la hipótesis de que el expresidente Mauricio Macri contribuyó a “desestabilizar la democracia” en el país vecino.
“Lo último que faltaría sería que se encontrase algo en la Fuerza Aérea, algo de lo que pudo haber sobrado de la utilización que hicieron en la represión del 12, 13, 14 y 15 de noviembre” contra protestas sociales en Bolivia, aseguró el embajador argentino en La Paz.
A fines de la semana pasada, el ministro de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo, anunció el hallazgo de un “acta o remito de ingreso” de la Fuerza Aérea de ese país que certifica el arribo desde Argentina de municiones anti-tumulto, sprays de gas pimienta y granadas de gases lacrimógenos.
Ese remito permitiría terminar de reconstruir el camino de los materiales que en su momento fueron agradecidos, según consta en una carta encontrada en la embajada argentina, por el entonces jefe de la Fuerza Aérea Boliviano, Jorge Gonzalo Tercero Lara; pieza que se erigió como el origen de las causas judiciales en las que se investiga el contrabando y la supuesta colaboración del Gobierno de Macri con el golpe a la administración de Evo Morales.
El embajador Basteiro tenía previsto reunirse este lunes con el ministro Novillo, pero fuentes consultadas por esta agencia informaron que ese encuentro se realizará este martes, mientras la documentación, de todas formas, le sería compartida este lunes por algún funcionario del área de Justicia de ese país que encabeza el ministro Iván Lima.
La investigación del envío de material antidisturbios argentino –que también se evalúa en Bolivia como presunto contrabando– se está realizando en paralelo con la investigación por el despacho de gases lacrimógenos que hizo Ecuador al Gobierno de facto de Jeanine Añez durante las represiones de Sankata y Sacaba del 2019.
“Lo que se supo en ese caso es que el pedido había surgido de un llamado telefónico de la ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, con una alta autoridad del gobierno ecuatoriano”, sostuvo Basteiro, quien evaluó que ahora resta saber “de qué manera se hizo el pedido formal” de envío de material represivo al entonces Gobierno argentino, encabezado por Macri, ya que todavía no se sabe si fue “un llamado telefónico o vía los enlaces de seguridad”.
El remito detectado por Bolivia certifica el ingreso de municiones anti-tumulto, sprays de gas pimienta y granadas de gases lacrimógenos llegadas desde la Argentina.
Con este descubrimiento se suma un nuevo elemento probatorio -la tercera documentación de este tipo encontrada en Bolivia- que podría incorporarse a la investigación por contrabando de pertrechos para la represión en los días posteriores al golpe de Estado contra Evo Morales, en noviembre de 2019.
Sobre el nuevo documento detectado en Bolivia, Basteiro informó que la localización de este papel fue anunciada “el día jueves, en una conferencia de prensa, por el ministro de Defensa Edmundo Novillo” y en relación al contenido detalló que en la nota figuran “seis ítems firmados por un suboficial” de la Fuerza Aérea boliviana (FAB), que consisten en “los 40 mil cartuchos de municiones, diferentes tipos de sprays de gas pimienta y granadas de gases lacrimógenos”, según dijo ayer a Télam.
Hasta ahora, la investigación por el envío de municiones y pertrechos represivos al aeropuerto de El Alto, en las afueras de La Paz, encontró desde el lado boliviano una sucesión de documentos y elementos incriminatorios que comprometen a funcionarios del gobierno de Cambiemos.
El primer documento que se halló fue una carta de agradecimiento firmada por el comandante de la Fuerza Aérea de Bolivia, Terceros Lara, dirigida a la embajada argentina en La Paz, que en noviembre de 2019 estaba a cargo del actual ministro de Trabajo de la provincia de Jujuy, Normando Álvarez García.
El segundo elemento localizado en Bolivia fue un lote de 29.600 municiones anti-tumulto calibre 12/70 que apareció en un depósito de la policía boliviana en las inmediaciones de La Paz, y el tercer material probatorio que se detectó fue una suerte de recibo que había sido confeccionado por oficiales de la policía, precisamente para darle ingreso a las balas y granadas de gas lacrimógeno.
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