A pesar de la contundente evidencia hallada hasta el momento tanto en Bolivia como en nuestro país y que ya obra en poder de la justicia, la presidenta del PRO y ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, volvió a negar el tráfico de armas detectado durante el gobierno de Mauricio Macri hacia el gobierno de facto que se instaló en Bolivia tras el golpe de Estado a Evo Morales.
Como parte de la campaña de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se celebrarán el próximo 12 de septiembre, Bullrich llegó a Salta para apoyar a los pre candidatos de Juntos por el Cambio y brindó una entrevista a El Tribuno donde volvió a negar la evidencia que la incrimina.
“No tenemos la menor idea de ninguna de estas cosas que están diciendo” se defendió Bullrich e intentó minimizar el desproporcionado peso del arsenal que se envió a Bolivia bajo el pretexto de que se trataba de material para defender la embajada argentina en La Paz.
“Nosotros mandamos una comisión porque nuestra embajada estaba en peligro. Tuvimos que evacuar a todos los miembros de la embajada menos al embajador que se quedó” dijo.
Sin embargo, aunque el gobierno argentino le negó asistencia al depuesto presidente Morales y su vice, Álvaro García Linera, cuando sus vidas corrían peligro y tuvo que interceder antes México el entonces presidente electo Alberto Fernández para garantizar su seguridad, Bullrich aseguró que Cambiemos les salvó la vida a varios ministros del MAS boliviano.
“Al ministro Romero lo tuvimos que llevar a Perú casi clandestinamente. Tuvimos ministros que vinieron a Salta, que cruzaron la frontera informal por no decir ilegal, y los acompañamos a Conare (Comisión Nacional para los Refugiados) para que pidan asilo. Al ministro Díaz Ayuso de Medio Ambiente y Sustentabilidad, le salvamos la vida. La policía de Bolivia intentó agarrar al ministro y le salvamos la vida, les dimos ayuda humanitaria. Hicimos lo que hace un país democrático, que es asilar a un ministro que corría riesgo, independientemente de que no estuviéramos de acuerdo con sus ideas. Nosotros estábamos salvando la investidura de estos ministros. Es lo que un país democrático tiene que hacer. También salvamos a nuestros periodistas que les tiraban piedras, los perseguían y los rodearon en un hotel.
Estoy a disposición de la Justicia si algún día me llama”, aseguró mientras se sospecha que en realidad estaban enviando pertrechos para alimentar la represión de la protesta social tras el Golpe y así fortalecer el gobierno de facto encabezado por Jeanine Áñez.
Cabe recordar que el gobierno de Macri, al igual que la OEA y el Grupo de Lima jamás condenaron el golpe de Estado de Bolivia lo que no es más en realidad que un reconocimiento del gobierno de facto por otras vías.
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