En una gigantesca reestructuración presupuestaria, el Gobierno le asignó el jueves pasado fondos por $ 17.290 millones a la obra de construcción de las represas hidroeléctricas de la Patagonia.
Mediante el Decreto 489, firmado por el presidente Alberto Fernández y todos sus ministros, se dotó de recursos al Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica (FFIH), para ser utilizados en gastos de capital.
Esta decisión es clave para continuar las obras en Santa Cruz, ya que China suspendió el desembolso del crédito (que es por un total de u$s 4700 millones).
La Argentina negocia desde hace unos meses una adenda al contrato de financiamiento; el original prevé el repago del préstamo a partir de este año, cuando ya deberían estar en operación comercial las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic (anteriormente llamadas La Barrancosa y Cóndor Cliff).
Sin embargo, cuestiones técnicas y operativas que se sucedieron en los últimos años, como la realización de estudios de impacto ambiental ordenados por la Corte Suprema y un deslizamiento de tierra que obligó a rediseñar la obra demoraron las tareas.
El ministro de Economía, Martín Guzmán; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el presidente de Integración Energética Argentina (IEASA), Agustín Gerez; y el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, negocian con funcionarios del gobierno de Xi Jinping para que el consorcio de bancos chinos conformado por China Development Bank Corporation (CDB), Industrial and Commercial Banck of China Limited (ICBC) y Bank of China Limited avalen la adenda.
NEGOCIACIÓN POR LOS PAGOS
El préstamo a 15 años contaba con un período de gracia de 5 años y medio, que ya se venció, y una tasa de 3,8% anual por sobre la Libor. El contrato de financiamiento cuenta con cláusulas de cross default vinculadas a otras líneas de crédito del gigante asiático.
Aunque improbable, un escenario de cesación de pagos dejaría sin financiamiento de otros organismos de China para Argentina, que apuesta a que China y Rusia provean fondos millonarios para infraestructura en los próximos años, ante la falta de crédito privado internacional.
Los bancos chinos desembolsaron unos u$s 1700 millones y según un reciente informe del jefe del Gabinete, Santiago Cafiero, al Congreso de la Nación, el avance de las obras ronda el 20%.
Mientras tanto, los cerca de u$s 170 millones asignados por el Gobierno permitirán seguir pagándole a la Unión Transitoria de Empresas (UTE) del consorcio Represas Patagonia, formado por China Gezhouba Group Company Limited (CGGC) y las empresas argentinas Electroingeniería e Hidrocuyo.
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