La madre de la pequeña alertó a la policía e inmediatamente se puso en marcha un rastrillaje por toda la ciudad con móviles patrulleros y a pie, hasta que media hora más tarde la menor fue hallada por una suboficial de la fuerza de seguridad a unas cinco cuadras de su hogar.
El alerta llegó a un punto máximo ya que podría no tratarse de un simple extravío porque una vecina de 41 años dijo haber visto que frente a la casa se había detenido un auto Chevrolet Corsa Classic de color blanco con tres ocupantes, del cual descendió un hombre que sujetó a la niña de un brazo e intentó subirla al auto, pero no pudo precisar si el desconocido había logrado este objetivo.
Otro circunstancial testigo aportó otro dato señalando que escuchó que el individuo retó a la niña porque ésta cometió la travesura de arrojar una piedra al auto.
Fuera cual fuera la circunstancia del confuso hecho, a todas las unidades policiales que patrullaban la ciudad se les encomendó la localización del vehículo sospechoso, del cual la testigo aportó la chapa patente.
El mismo fue interceptado alrededor de las 19.15 por efectivos de la Comisaria Seccional Sexta en la Avenida 17 de Octubre, a pocos metros de la esquina con la Avenida Asturias.
Se procedió a la identificación de los ocupantes, resultando ser un masculino de 50 y otro de 22 y una femenina de 23 años quienes residen el barrio San Benito.
De acuerdo con las directivas del Juzgado Penal N° 3, se dispuso que quedaran aprendidos y que inspeccionara el vehículo en búsqueda de algún elemento que tuviera relación con el misterioso caso.
En la requisa se incautaron prendas de vestir y bebidas alcohólicas y los ocupantes recuperaron la libertad horas más tarde, pero quedaron a disposición del juzgado interviniente.
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