La víctima era un albañil de apellido Loy, el cual recibió cuatro balazos en el pecho falleciendo de manera instantánea y quedó tendido en un terreno descampado, a pocos metros de la calle Discépolo.
El homicida, identificado como Julio Escalante de 34 años, de profesión mecánico, se entregó en la Comisaría Seccional Quinta confesando la autoría del hecho.
Los terrenos de esa zona no son fiscales sino que pertenecen a la empresa COPESA y habían comenzado a ser usurpados hace poco más de un año.
Vecinos del lugar revelaron a las autoridades policiales que los protagonistas habrían tenido una fuerte discusión por los terrenos, trascendiendo que Escalante era un referente de las familias que procuraba legalizar las situaciones irregulares y Loy los ofrecía en venta a integrantes de la colectividad boliviana por sumas que oscilaban en los 80 mil pesos.
En el caso tomó intervención el titular del Juzgado de Instrucción N° 2, Gabriel Contreras y hasta avanzada la mañana personal policial de la División Criminalística continuaba trabando en el lugar.
En tanto, desde la jefatura de la fuerza de seguridad se hizo saber que aún no había sido hallado el arma de fuego.
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