Al ex presidente Mauricio Macri le resulta muy difícil explicar la exhorbitante deuda que tomó a lo largo de sus cuatro años de gestión, es especial el crédito stand by por 45 mil millones de dólares que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Fiel a su costumbre las excusas siempre están afuera. “Pasaron cosas” es quizás uno de sus intentos de explicación más vagos y recordados. Sin embargo la mayoría de las veces la excusa perfecta es el kirchnerismo. Un mantra repetido hasta el hartazgo por el macrismo es que la abrumadora deuda tomada por el gobierno de Cambiemos “se usó para pagar deudas anteriores”.
Sin embargo, ahora el propio Macri reconoció que fue utilizada para financiar la fuga de dólares de grandes compañías y empresarios amigos.
En diálogo con CNN Macri admitió en la noche del domingo que “la plata del FMI, que es la plata de los demás países, la usamos para pagar a los bancos comerciales que se querían ir porque tenían miedo de que volviera el kirchnerismo”.
De esta manera no sólo echó por tierra la excusa anterior (tomar más deuda para pagar deudas recibidas) sino que confirmó que el monumental préstamo del FMI se utilizó para financiar la fuga de capitales. El gobierno de Macri garantizó así que los grandes fondos de inversión extranjeros que querían sacar sus dólares del país pudieran hacerlo sin problemas. Y el FMI actuó como el garante de esa fuga aportando los dólares necesarios y que la Argentina no lograba generar de manera genuina.
Por ello el FMI también es responsable por lo ocurrido por varias razones y este es un punto clave en la negociación que el gobierno de Alberto Fernández, con el ministro de Economía Martín Guzmán a la cabeza, lleva adelante con ese organismo multilateral de crédito.
Es que de acuerdo al artículo VI del Convenio Constitutivo del FMI, aprobado por Argentina a partir de la sanción de la Ley 21.648, dice textualmente que “ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital, y el Fondo podrá pedir al país miembro que adopte medidas de control para evitar que los recursos generales del Fondo se destinen a tal fin. Si después de haber sido requerido a ese efecto el país miembro no aplicara las medidas de control pertinentes, el Fondo podrá declararlo inhabilitado para utilizar los recursos generales del Fondo”.
Además de otorgar un crédito muy por encima del que le hubiese correspondido de acuerdo a su cuota en el FMI, el organismo que ese entonces conducía Christine Lagarde debería haber interrumpido el financiamiento al comprobar que el dinero estaba siendo destinado a financiar la fuga de capitales. Sin embargo no lo hizo y siguió proveyendo de fondos frescos a la Argentina para financiar la fuga.
¿Por qué no lo hizo?
El FMI hizo la vista gorda a la fuga de capitales porque Estados Unidos, principal accionista del organismo, decidió respaldar al macrismo y sus aspiraciones reeleccionistas con la intención de bloquear cualquier posibilidad de regreso del peronismo al gobierno.
El propio Mauricio Macri lo reconoció ayer en la entrevista que le brindó a la CNN cuando aseguró que el ex mandatario de Estados Unidos Donald Trump “se portó muy bien” y “colaboró muchísimo” con su gobierno, entre otras cosas por el apoyo al crédito del FMI solicitado en 2018.
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