A aquellos niños o niñas que no comen algún tipo de alimento, se les suele calificar como “caprichosos” o “mañosos”. Sin embargo, podría tratarse de un caso de Trastorno por Evitación o Restricción de la Ingesta de Alimentos (TERIA).
Dicho trastorno se presenta habitualmente en pequeños y, si no se lleva un tratamiento adecuado, puede llegar a persistir hasta la adultez.
En 2013, el TERIA fue incluido en el DSM-5 (manual de la Asociación Americana de Psiquiatría), dentro de los trastornos de conducta alimentaria. Según la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) es “una entidad frecuente en la práctica clínica”.
Olga Ricciardi, fundadora y directora del Centro Especializado en Desórdenes Alimentarios (CEDA) de Argentina, indicó a Clarín que quienes tienen TERIA limitan su dieta a cerca de 10 alimentos. Pese a ello, aclaró que no se trata de cantidad, sino de también de selección sensorial, de forma que no aceptan alimentos por su color, forma, textura o volumen.
Algunos de los alimentos que más evitan son la carne, verduras, frutas, leche y queso. Además, en múltiples casos los pacientes dejan de comer por miedo a poder atragantarse, tener vómitos o malestares estomacales.
Según indicó Ricciardi, “un capricho es uno, es ocasional. En ese caso puede tener que ver con alguna situación de malestar momentáneo”.
En tanto, “cuando de modo repentino, en un lapso breve de tiempo, se verifica que un niño o niña se niega a comer alguna categoría de alimentos y refiere que la causa es el color, la textura, la forma, el aroma y la negativa está causada en cuestiones sensoriales o temor a vomitar o atragantarse, habría que realizar un diagnóstico porque puede tratarse de TERIA”.
Además, destacó que “una cosa es no gustar y otra cosa es no poder comerlo (…) No es lo mismo un niño que no le gusta algún tipo de alimento que un niño que rechaza sistemáticamente alimentos variados por su textura o por su olor”.
El tratamiento para quienes tengan TERIA consiste en una rehabilitación alimentaria, en donde paulatinamente los pequeños van teniendo exposición a los alimentos. Suele llevarlo un equipo interdisciplinario de un nutricionista, pediatra y terapeuta.
0 comments