El tribunal de jueces de la Cámara del Crimen de Caleta Olivia integrado por Juan Pablo Olivera (presidente), Jorge Alonso y Mario Albarrán, resolvió absolver a los cuatro individuos que estaban acusados de incendiar en la madrugada del 5 de enero de 2020 una vivienda del barrio 17 de Octubre de esta ciudad.
El siniestro causó la muerte de los hermanitos, Lautaro Pacheco (8), Karin Fernández y la madre de ambos, Natalia Schumacher (24).
Las audiencias del juicio oral y público contra José Gallardo, Fernando Gallardo (hermanos), Ezequiel Paredes y Cristian Gil, se llevaron a cabo de manera virtual y la sentencia se dio a conocer a mediodía de este jueves, generando indignación y dolor entre familiares de los niños y vecinos que esperaban el veredicto de los jueces en el acceso al edificio judicial.
Las audiencias, pese ya no existen restricciones de aforo preventivas a la pandemia del COVID en toda la provincia de Santa Cruz, se realizaron de manera virtual y los imputados permanecieron conectados vía Zoom desde el calabozo de una comisaría local.
Tanto el fiscal de Cámara, Carlos Rearte, como el abogado particular Carlos Linares que representó a la familia de los niños que tenían diferentes padres (Juan Pacheco y Álex Fernández) habían solicitado la pena de prisión perpetua para los cuatro imputados, en tanto que los defensores de los mismos demandaron la absolución.
Finalmente, los jueces consideraron que no había pruebas suficientes para incriminarlos y les dictaron la absolución, por lo cual se estima que iban a recobrar la libertad de manera inmediata.
Por ahora no se conocen los fundamentos del veredicto que se adoptó por unanimidad, pero de acuerdo a lo que señalaron los padres de los pequeños, los miembros del tribunal habían considerado que los registros de cámaras de video instaladas en inmediaciones de la casa incendiada, no tenían la suficiente nitidez como para reconocer a los individuos que escaparon luego de prenderla fuego.
La causa de lo que se conoció como triple crimen y que conmocionó a la comunidad, se instruyó en el Juzgado penal N° 1 a cargo de Marcos Perez Soruco y las investigaciones no avanzaron hasta que por algunas semanas ese magistrado fue subrogado por Gabriel Contreras.
En menos de quince días, este juez –titular del Juzgado Penal N° 2- activó las investigaciones a través de la DDI de la Policía de Santa Cruz y determinó que el automóvil en el que escaparon los sospechosos (por seguimiento a través de otras cámaras) llegó hasta el barrio Rotary 23.
Por ello ordenó una serie de allanamientos y la detención de al menos cinco individuos, uno de los cuales pudo recuperar la libertad y no fue llevado a juicio.
Luego, el caso volvió a manos de Pérez Soruco sin que se avanzara en otras investigaciones y medidas de prueba, tras lo cual fue elevado a juicio.
INDIGNACIÓN
Cuando se conoció la sentencia los familiares de los pequeños estallaron en llanto por bronca e indignación, cuestionando con fuertes epítetos a los miembros del tribunal y a la justicia provincial en general.
Juan Pacheco, padre de Lautaro, al ser consultado por El Patagónico acerca de si se apelaría el fallo, dijo entre sollozos que ya no tenía fuerzas para seguir y que lo que haría en principio sería ir al cementerio “a pedirle disculpas a Lauty porque no pude lograr que se hiciera justicia por él”.
Pacheco se abrazó con su madre, Olga Vera (abuela de Lautaro) a quien lloraba desconsolada y profería insultos contra los jueces, señalando además que en esta provincia a justicia no ampara a la gente pobre.
Luego llegó hasta las afueras del edificio tribunalicio Alex Fernández, papá de la niña Karin. Visiblemente consternado, dijo que ellos venían sospechando que los acusados iban a quedar libres por los indicios que iban dando en el ámbito judicial y cuando veían sus caras sonrientes en las audiencias virtuales.
Vale señalar que en las numerosas marchas que se hicieron los días 5 de cada mes, no participaron familiares de Natasha Shumacher ni tampoco estuvieron hoy cuando se dictó la sentencia.
Por otra parte, allegados a las familias de Pacheco y Fernández, dijeron que hicieron grandes esfuerzos para poder reunir 350 mil pesos que les cobró el abogado querellante.
En tanto, un vecino de apellido Costancio, comentó a la prensa que era inaudito que los jueces hayan decido absolver a los imputados cuando hasta el propio fiscal demandó prisión perpetua y es de suponer que tenía suficientes elementos de prueba para que fueran incriminados.
Finalmente se supo que este mismo jueves, alrededor de las 19:30 habrá una marcha de repudio al fallo judicial.
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