Cerró el PreViaje II, el plan que cambió la matriz del doméstico argentino

Históricamente, el turismo interno en Argentina se comercializó principalmente de manera directa. Por un lado, los pasajeros se sentían confiados en su capacidad para planear un viaje por el país; y, por el otro, las agencias siempre volcaron sus mayores energías al internacional, que es el que les garantizaba la rentabilidad para subsistir. No es que las agencias no vendieran nacional, pero si se dedicaban a ello debían tener volumen o especialización.

La pandemia hizo muy difícil salir al exterior (por las restricciones y por la crisis cambiaria), lo cual potenció el interés por los viajes nacionales, y también las comercializadoras fueron en busca de esa demanda que, en definitiva, era la única posible.

Es más, sobran estudios que muestran que ante la incertidumbre reinante en relación a los viajes, los requisitos y el manejo ante los cambios de escenario, los consumidores valoran más el rol del agente como asesor profesional. De modo que sólo faltaba un catalizador que permitiera unir estas intenciones y acelerar el proceso. Y eso fue el PreViaje.

El PreViaje es el programa oficial del Gobierno argentino para estimular la venta anticipada de viajes domésticos, por el cual los consumidores pueden obtener la devolución de hasta el 50% del costo de su viaje en crédito para gastar en ese u otro viaje futuro. Fue lanzado a finales de 2020, de cara al verano, y permitió a las empresas, hasta entonces paralizadas, obtener algo de oxígeno en su caja.

Para la segunda edición, con venta en 2021 para viajes en 2022, había mayores expectativas, teniendo en cuenta que el escenario es absolutamente otro. Y corroboró esos pronósticos con creces. A las 23.59 horas de este 3 de enero concluyó el plazo extendido para cargar las facturas correspondientes para obtener el beneficio, y así se pudieron obtener los datos finales.

Y aunque el Estado luego inyectó el 50% de ese monto a los viajeros, estos debieron usar esos fondos nuevamente en empresas del sector, permitiendo al fisco recuperar parte importante de esa inversión (se calcula el 83%), sosteniendo a la vez estructuras y empleos.

Además, unos 400.000 argentinos accedieron a “PreViaje PAMI”, la versión para los adultos mayores jubilados, que en lugar del 50% les reintegraba el 70% de los gastos.

Al respecto, el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, afirmó: “PreViaje es la política más importante de la historia para el turismo. Así lo reconocen tanto desde el sector público como el privado y, principalmente, los millones de argentinas y argentinos que gracias al programa pudieron tomarse sus merecidas vacaciones en destinos de todo el país, lo que además es un impulso fundamental para la reactivación de las economías regionales”.

Federal, pero sin cambios
Finalmente, aunque en lo que respecta a los canales comerciales sí hubo cambios muy evidentes, no los hubo en relación a los emisores y los receptores. Es decir, la distribución sí fue federal, pero los grandes ganadores fueron los mismos.

Por ejemplo, los destinos más visitados, de acuerdo a lo informado por la cartera nacional, serán Bariloche, Ushuaia, Mar del Plata, El Calafate, Puerto Iguazú, Salta, Mendoza, Ciudad de Buenos Aires, Villa Carlos Paz. San Martín de los Andes, Villa Gesell, Villa La Angostura, San Rafael, El Chaltén, Puerto Madryn, Pinamar, Merlo, Córdoba, San Bernardo, Las Grutas, Tilcara, San Salvador de Jujuy, El Bolsón, San Miguel de Tucumán y Cafayate.

Si se mira por provincias, la de Buenos Aires, con el 22% de los comprobantes cargados, lideró el ranking, seguida por Río Negro (un 19% con el impulso de Bariloche), Córdoba (10%), Santa Cruz (9%), Mendoza (8%), Tierra del Fuego (7%), Neuquén (7%), Misiones (6%), Salta (6%) y la Ciudad de Buenos Aires (4%).

¿Y desde dónde partieron esos pasajeros? Como es natural, la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires generaron más del 80% de las compras anticipadas.

Rolando Klempert Izaguirre Periodista de Hosteltur