El Servicio Meteorológico estadounidense alertó de “condiciones de baja visibilidad” que harían “casi imposible de viajar” en amplias partes de la costa noreste, con acumulaciones de nieve superiores a los 30 centímetros en partes de esa región.
Los gobernadores de Nueva York y Nueva Jersey declararon el estado de emergencia y la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, decretó emergencia por nieve. Máquinas de sal y quitanieves estaban listos para ser movilizados en la primera ciudad.
La tormenta provocará temperaturas extremadamente frías con rachas de viento peligrosas entre el sábado por la noche y el domingo por la mañana, indicó el servicio meteorológico.
“Vuelvan a casa esta noche con cuidado, quédense en casa durante el fin de semana, eviten cualquier viaje innecesario”, dijo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, en un comunicado.
El servicio meteorológico de la región indicó que la tormenta se intensificaría rápidamente en las siguientes 24 horas y que la presión podía caer a 35 milibares el sábado por la noche.
Esta rápida intensificación a veces se conoce como “ciclón bomba”, una borrasca llega después de otra tormenta invernal similar que emblanqueció hace dos semanas gran parte del este de Norteamérica, desde Georgia hasta Canadá, dejando muchos hogares sin luz y perturbando miles de conexiones aéreas.
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