El grupo objetivo puntual son las personas mayores de 3 años inmunocomprometidas y mayores de 50 que recibieron esquema inicial de Sinopharm. No hay una fecha precisa de cuándo comenzarán a aplicar el booster, aunque dicen que será a partir de marzo. “Porque las dosis adicionales comenzaron a aplicarse en noviembre y no hay nadie que haya cumplido ya cuatro meses desde la tercera”, sostienen.
No se definió qué marca de vacuna se administrará en cada caso y tampoco existen precisiones sobre qué pasará con quienes recibieron la tercera dosis como “refuerzo”, que incluye al personal de Salud y a la población general.
En Argentina 3 millones de personas ya recibieron una tercera dosis adicional y otros 11,3 millones recibieron una dosis de refuerzo.
Quienes en sus certificados de vacunación tengan la última inyección como “adicional”, técnicamente recibirán la cuarta dosis como “refuerzo”. Serán las jurisdicciones las que decidirán si las aplicarán primero a adultos mayores o a inmunocomprometidos. También decidirán si será a través de turnos o libre.
“No está definido si (el resto de la población, quienes tienen el registro de la tercera inyección como ‘refuerzo’) recibirán un ‘segundo refuerzo’, porque depende de la evaluación de la situación epidemiológica, de qué variante sea la predominante, de una serie de factores que son impredecibles en este contexto de pandemia”, marcaron desde Salud.
¿Cuánto esperar hasta la cuarta dosis? “La cuarta dosis (además de países de la región como Chile), se implementó en Israel y Dinamarca, por ejemplo, a personal de salud, en primer lugar, a inmunosuprimidos, en segundo término, y a adultos mayores, en tercer lugar. No es un tema universal, pero en Europa es una tendencia”, dijo el infectólogo y asesor del Gobierno Eduardo López.
“Para el resto de la población, aún se está estudiando cuánto dura el booster o el refuerzo de la tercera dosis. Se considera que la protección tiene una duración similar a la de la segunda inyección: entre 6 y 8 meses”, agrega.
Hungría y Suiza también la están aplicando para estos estos primeros dos grupos específicos y desde mediados de enero la Unión Europea está discutiendo el momento de dar la cuarta dosis. Israel, el primer país en implementarla, la aplicó desde los seis meses de la tercera inyección recibida como refuerzo.
“En nuestro país, quienes recibieron tres dosis de Sinopharm son los más necesitados. Es la vacuna que menos efectividad tiene frente a Ómicron. Pero, independientemente de la vacuna recibida, hay que recordar que en los mayores de 60 años y los inmunosuprimidos, la respuesta de anticuerpos o por la vacuna es inferior a la de un individuo sano o de menor edad. Este es un grupo naturalmente de riesgo, que requiere una cuarta dosis”, apunta López.
Para Jorge Geffner, inmunólogo del Conicet, Argentina enfrenta un desafío previo a la cuarta dosis. “Acelerar la tercera”, dice. Pero ¿qué pasa con el grupo que en marzo recibirá la cuarta dosis? También habla de un desafío que, por ahora, se vaticina que irá lento.
“Es un grupo importante de personas porque abarca a inmunosuprimidos también por tratamientos, como quienes tienen cáncer. Y las personas de 70 años también deberían recibirla después de cuatro meses de la tercera inyección. No tienen los mismos anticuerpos que una persona vacunada completamente a los 40”, diferencia.
¿Qué pasa con el resto de la población que recibió el refuerzo? ¿Cuánto dura el booster?
“Hay papers de Israel y de Estados Unidos. En cuanto anticuerpos, después de los cuatro meses comienzan a caer significativamente. Pero está la respuesta de los linfocitos T (de memoria), que perdura más en el tiempo y no es evadida por Ómicron. El principal problema es que por la falta de vacunación en el mundo surja una sexta variante de preocupación. Ómicron fue la quinta. Necesitamos una nueva vacuna que cubra a todas las variantes existentes y a las que puedan surgir. Porque hay sectores del virus que no varían y podemos suponer que no seguirán variando en las que puedan surgir”, apuntó.
Pese a que en América Latina y el Caribe ya fueron vacunados el 63% de los habitantes, sigue siendo una de las regiones más desiguales del mundo en el acceso a la inmunización.
Si bien 14 países y territorios inmunizaron por completo al 70% de su población, otros tantos aún deben alcanzar la meta del 40%, afirmó la directora de la OPS, Carissa Etienne. La semana pasada se registraron más de 7 millones de nuevos casos y más de 34.000 muertes relacionadas con el virus.
Fuente: Clarín
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