La inflación se aceleró al 3,9% en enero, según los datos oficiales publicados por el INDEC este martes. De esta manera, los precios registraron su mayor aumento mensual desde abril de 2021, impulsados principalmente por mayores subas en alimentos.
En efecto, Alimentos y bebidas, la división de mayor incidencia en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, exhibió un alza mensual de 4,9%, la más alta desde noviembre de 2019. Esto respondió principalmente a fuertes incrementos en Verduras, tubérculos y legumbres, y Frutas, por motivos estacionales.
En el Gran Buenos Aires resaltaron grandes saltos en Tomate redondo (+82,2%), Lechuga (+51,1%), Limón (+30,2%), Naranja (+15,2%) y Papa (+14,2%).
La época del año también explicó buena parte de la performance en Restaurantes y hoteles, donde los precios treparon 5,7%, 0,2 puntos porcentuales por debajo de la marca de diciembre. En este rubro también influyó el Previaje, programa que fomentó el consumo y la reactivación del turismo, sector muy golpeado por la pandemia de Covid-19.
En este marco, la categoría de precios “Estacionales” anotó una brusca aceleración, desde el 3,7% hasta el 9%. Mientras tanto, la categoría “Regulados” exhibió un avance de 2,8% (contra 1,7% de diciembre), traccionado por subas autorizadas en prepagas y servicios de telefonía e internet.
Precisamente esta última cuestión generó que divisiones como Comunicación y Salud tuvieran aumentos por encima de la media, del 7,5% y 4,1%, respectivamente.
Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), remarcó que la inflación de enero anualizada daría un 58,3%, y advirtió que en cuatro de los cinco años previos (salvo en 2021) la inflación del año calendario terminó siendo superior a la anualizada de enero.
“El análisis es meramente descriptivo, no siendo posible una inferencia específica para este año 2022. Pero, la evidencia permite confirmar que la baja de la inflación es uno de los grandes desafíos sociales y económicos de este año”, aclaró el economista.
Las mediana de las estimaciones de las consultoras y entidades financieras que participaron del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) había arrojado una inflación esperada del 3,8% para el primer mes del año. Asimismo, para el acumulado de 2022 el sector privado proyecta un aumento de precios promedio del 55%.
Las expectativas se apoyan en el hecho de que, a la inercia inflacionaria que en el país ya tiene un piso muy elevado, se le suman posibles ajustes de precios relativos que podrían trabar el sendero de desinflación.
Por un lado, el Banco Central (BCRA) ya comenzó a ajustar al alza el ritmo de devaluación; el tipo de cambio oficial viene de registrar su mayor suba semanal en casi un año y ya avanza a una tasa anualizada superior al 40%.
En paralelo, en marzo habría un aumento de 20% en las tarifas de servicios públicos. Sin embargo, en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario internacional (FMI), existen presiones para que haya más correcciones, con el objetivo de reducir el peso de los subsidios sobre el PBI y achicar el déficit fiscal sin afectar a los sectores de más bajos ingresos.
Además, en este primer trimestre se prevén fuertes aumentos en rubros como educación e indumentaria por motivos estacionales.
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