Los incendios rurales y la sequía extrema en Corrientes ya causaron pérdidas por más de 26.000 millones de pesos en el sistema productivo de la provincia, y el Gobierno nacional define un conjunto de medidas de ayuda para los productores.
Productores forestales, ganaderos, yerbateros, arroceros, citrícolas, apicultores, grandes, medianos, chicos y agricultores familiares, resumen el paso del fuego que ya arrasó con casi 800 mil hectáreas, con las mismas palabras: “catástrofe”, “tragedia”, “dolor”, “impotencia” y “desesperanza”.
“Es una catástrofe de la naturaleza, no sé si la gente alcanza a dimensionar. Los esteros se están quemando, hay evacuaciones, muchísimos daños en la producción, tristeza y desesperanza”, expresó a Télam Pablo Sánchez, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes.
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, y el vicejefe de Gabinete, Jorge Neme, viajaron hoy a Corrientes para “fortalecer las acciones del Gobierno nacional y articular junto con las autoridades provinciales la respuesta a la emergencia provocada por los incendios forestales”, indicaron fuentes oficiales.
El Gobierno nacional, en articulación con autoridades provinciales, tiene previsto anunciar “una serie de medidas para dar respuesta a la emergencia provocada por el avance del fuego en la provincia, mediante el envío de brigadistas, maquinaria pesada, helicópteros y aviones hidrantes, que buscan contener los incendios forestales y extinguirlos”.
Las medidas que analiza el Gobierno, adelantaron a Télam fuentes oficiales, contemplan una ampliación de la emergencia por zona de desastre, auxilio financiero y líneas de créditos especiales para los productores.
También está previsto que se ceda a la provincia un camión perforador para el abastecimiento de agua en las zonas más comprometidas por la emergencia.
La entidad que nuclea a los ruralistas correntinos elaboró un relevamiento que incluye un recuento de pérdidas en la producción forestal, ganadera, citrícola, yerbatera y arrocera, calculan un saldo total superior a los 26.000 millones de pesos y estiman que la mayoría de los productores afectados necesitará entre cinco y diez años para empezar a recuperarse, como duro saldo de una catástrofe ambiental sin precedentes.
Ante la emergencia, Sánchez instó a “coordinar esfuerzos, urgente” y remarcó que “se están quemando 30 mil hectáreas por día, tiene que haber solidaridad y empatía ante esta situación que es una tragedia”.
“El fuego está arrasando con nuestros recursos y la gente lo pierde todo”, lamentó y pidió para hacer frente a la situación “medidas extraordinarias, contemplando a cada eslabón de la cadena, con un tipo de asistencia distinta”.
La asociación que preside adelantó que las pérdidas en el sector ganadero superarían los 5.200 millones de pesos y Sánchez agregó “que hoy la urgencia son los animales, porque están sin comida”.
Por otra parte, sobre la afectación a la forestación, el último informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), menciona que se quemaron 31.265 hectáreas de bosques cultivados y el vicepresidente de la Asociación del Plan Estratégico de Forestación, Juan Ramón Sotelo, aseguró a Télam que las pérdidas son “multimillonarias”.
“Hay productores que vieron cómo sus plantaciones fueron consumidas por el fuego en pocas horas “, expresó el madero y agregó que “reforestar nos llevará una década, como mínimo”.
En similar sentido se expresó Raymundo Meabe, presidente de Asociación Forestal Argentina (AFOA) y señaló que las pérdidas en el sector superan los 10 mil millones de pesos.
“Hay que determinar una planificación a largo plazo, que incluya al gobierno Nacional y provincial, definir una política forestal integral y empezar con la educación ambiental en todos los niveles”, propuso.
Y, en otro orden señaló que “en diciembre se advirtió que esto podía pasar, debemos hacernos un mea culpa por todo lo que está pasando, tanto el sector privado como el público”.
El sector yerbatero concentrado en la zona norte de la provincia fue también duramente golpeado por la sequía “nunca vista” y algunos productores además sufrieron los embates del fuego.
“Los efectos de la falta de agua en los yerbatales provocaron la pérdida del 50 por ciento de la producción”, dijo en diálogo con Télam el gerente de la cooperativa agrícola Colonia Liebig, Gustavo Quatrín.
En términos económicos, el cooperativista señaló que el perjuicio “asciende a unos 2.700 millones de pesos, además del daño que producirá en la mano de obra directa, que trabaja en la cosecha y el secado”.
“Hay productores que perdieron el 30 por ciento de sus plantaciones, otros el 50 y algunos que lo han perdido todo”, se lamentó Quatrín, sobre los efectos de la falta de lluvia.
Contó que la usencia de humedad, hace que “se estén muriendo las plantas de seis, siete y hasta diez años, que son las de mayor rendimiento”, sumado a que “no existieron las brotaciones que las plantas debían dar en enero y febrero”.
“Nunca vimos una sequía igual, no hay registro de algo similar en los últimos 80 años” aseguró el gerente de la cooperativa correntina que produce la yerba Playadito y agregó que “las plantaciones de té están atravesando por similar situación”.
En este sentido, sobre la expectativas de recuperación tras las graves consecuencias sufridas, sostuvo que “la renovación de la plantación de yerbales llevará por lo menos cinco años y una inversión importante”.
La producción total de hoja de yerba mate fue de 882 millones de kilos en Corrientes en 2021, un año que Quatrín calificó de “récord”, razón por la cuál “no hay todavía efectos para el consumidor, los despachos son normales y no hay impacto en los precios”.
Además de contar con la mayor superficie forestada del país, superando el medio millón de hectáreas, Corrientes es la mayor productora de arroz, con una cobertura de entre 93 mil y 100 mil hectáreas, dijo a Télam el presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, Christian Jetter.
La sequía extraordinaria también generó en la capacidad productiva de este grano pérdidas importantes y hasta el momento “se ven afectadas en total unas 20.000 hectáreas, de las cuales 5.000 pertenecen a pequeños productores arroceros”.
“Se perdió un total del 30 por ciento del volumen de arroz que se produce en la provincia, 200 toneladas y la pérdida asciende 5.000 millones de pesos”, detalló.
El representante del sector arrocero aseguró además que por la extensa sequía, “el 100 por ciento de los productores arroceros se vieron perjudicados, porque en mayor o menor medida, todos perdieron algo”.
En el detalle de pérdidas, Jetter contó también que unas 12.000 hectáreas con plantaciones de arroz se abandonaron, porque no se las puede regar, las represas no tienen el volumen de agua para hacerlo y el reservorio se terminó”.
“Esto es totalmente inédito, nunca antes había sucedido, estamos ante la crisis más grande de la historia de la producción arrocera”, concluyó en diálogo con Télam el presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz.
La Estación Experimental Corrientes del INTA, informó que los incendios rurales ya arrasaron con más de 785.000 hectáreas, lo que constituye el nueve por ciento de la superficie del territorio provincial y remarcó que el fuego alcanza a 30 mil hectáreas por día.
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