El 13 de mayo se dará a conocer el veredicto para Etchecolatz

El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata dará a conocer el próximo 13 de mayo el veredicto para el genocida Miguel Etchecolatz y el expolicía Julio César Garachico por los secuestros y torturas sufridas por siete personas en el excentro clandestino de Arana, entre ellas el albañil Jorge Julio López y el estudiante secuestrado en el episodio conocido como La Noche de los Lápices, Francisco López Muntaner; y el asesinato de dos de esos secuestrados.

Así lo anunció este viernes el presidente del Tribunal Andrés Basso, quien detalló que el próximo viernes a las 10 los imputados tendrán derecho a unas últimas palabras y luego se dará a conocer el veredicto.

Durante la audiencia celebrada por la mañana, de réplicas y dúplicas, las partes querellantes defendieron el principio de imprescriptibilidad de los delitos juzgados y solicitaron se le revoque la prisión domiciliaria de que goza el expolicía Julio César Garachico en la ciudad de Mar del Plata.

“Queremos que se revoque cualquier tipo de beneficio y felicitamos la cárcel común, perpetua y efectiva para Etchecolatz y Garachico, tanto por la expectativa de pena como por la magnitud de lesa humanidad cometidos por ambos imputados”, expresó la abogada de Justicia Ya! Luz Santos Morón.

Por su parte, Josefina Rodrigo, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, remarcó que la sentencia “debe estar a la altura de la democracia y del proceso de Memoria y Verdad y Justicia, por lo que además de la condena planteamos el rechazo a la domiciliaria de que goza Garachico”.

En este juicio Garachico está siendo juzgado por el secuestro y tormentos aplicados a Patricia Dell’Orto, Ambrosio de Marco, Norberto Rodas, Alejandro Sánchez, Francisco López Muntaner, Guillermo Cano y Jorge Julio López, y por los homicidios agravados de Dell’Orto, De Marco y Rodas.

Etchecolatz, quien fue condenado en 2006 por los casos de López, Dell’Orto y De Marco, llegó acusado por los secuestros, tormentos y homicidios de Rodas y Sánchez.

Los casos de las siete víctimas de esta causa ocurrieron entre fines de octubre y principios de noviembre de 1976 y su sustento probatorio radica especialmente en las cuatro declaraciones judiciales prestadas por Jorge Julio López antes de su segunda desaparición en 2006.

López había sindicado a Etchecolatz como el jefe del operativo de su secuestro y a Garachico como quien daba las órdenes al grupo de “picaneadores”

El fiscal auxiliar Juan Martín Nogueira al alegar sostuvo que “está absolutamente acreditada la participación de Etchecolatz en los delitos investigados. Su participación es omnicomprensiva, omnipresente sobre cada acontecimiento del Circuito Camps. No fue sólo ´el hombre atrás del escritorio’, de ideación y transmisión de órdenes, sino que participó en todos los escenarios: atrás, en el medio, adelante”.

Asimismo remarcó que Etchecolatz fue un participante “activo en el aparato represivo, tuvo iniciativa propia, participó en numerosos procedimientos. El Circuito represivo Camps debería llamarse Circuito represivo Camps y Etchecolatz haciendo honor a la verdad histórica”.

El fiscal reclamó la pena para Etchecolatz de “prisión perpetua como coautor mediato a través del uso del aparato de poder por los homicidios calificados por alevosía en concurso de dos o más personas en perjuicio de Norberto Rodas y Alejandro Sánchez y la privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia en dos oportunidades, con el agravante de ser perseguidos políticos en perjuicio de Rodas y Sánchez, en concurso real con los delitos contra el derecho de gentes, crímenes de genocidio y delitos de lesa humanidad”.

“A Garachico la pena de prisión perpetua como coautor por dominio funcional del homicidio calificado por alevosía y en concurso de dos o más personas en perjuicio de Patricia Dell’ Orto, Ambrosio De Marco y Norberto Rodas, y la privación ilegítima de la libertad en abuso de funciones, agravada por violencia y amenazas en 7 oportunidades”, demando.

Nogueira también pidió que al momento de dictar sentencia se ordene “la exploración de la zona donde funcionó la Estancia La Armonía y hoy funciona el Regimiento 7”, en alusión a que se indague la posibilidad de la existencia de fosas comunes de cadáveres en dicho lugar.

Los alegatos comenzaron el 14 de febrero último cuando alegaron la Unión por los Derechos Humanos,la secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense, quienes reclamaron perpetua para ambos represores.

Particularmente emotivo fue el alegato de la abogada Guadalupe Godoy, de la Unión por los Derechos Humanos, quien en su encendido pedido destacó el tiempo que se tardó en tramitar este juicio y nombró a los sobrevivientes que ya han fallecido pero cuyo testimonio fue valioso para identificar a los represores: Adriana Calvo, Cristina Gioglio y Nilda Eloy.

Un silencio tenso recorrió la sala del Tribunal cuando nombró a Jorge Julio López, cuyas torturas sufridas en el Pozo se juzgan en este juicio y quien fue dos veces desaparecido, la última de ellas el 18 de septiembre de 2006.

Remarcó que la persecución a los trabajadores ocasionó “algo que suele pasar en las guerras y es la extensión del daño. Los barrios ya no volvieron a ser lo que eran. La militancia pasó a ser una mala palabra, las redes sociales se desintegraron. Y ese daño se agravó por la impunidad posterior e implico cosechar más impunidad buscando justicia”.