El Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur rindió el pasado jueves un homenaje a los tripulantes caídos, familiares y sobrevivientes del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, cuyo 40 aniversario se cumplió el pasado 2 de mayo, donde funcionarios nacionales destacaron que “la cuestión Malvinas nos debe movilizar y reafirmar el compromiso con nuestros derechos” sobre el archipiélago.
El acto se hizo en el marco de la fecha patria de la Revolución de Mayo y participaron el titular del Museo, Edgardo Esteban, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, Guillermo Carmona, sobrevivientes y familiares de los caídos.
“Queremos homenajear a los héroes que perdieron la vida y a los sobrevivientes del hundimiento”, dijo Carmona en el acto y manifestó que “la cuestión Malvinas ha vuelto a ser puesta como una política de Estado que convoca al conjunto del pueblo argentino y que nos debe movilizar y reafirmar nuestro compromiso con la defensa de nuestro derecho legítimo sobre las islas, tal como marca nuestra Constitución nacional”.
Por su parte, Esteban consideró que la cuestión Malvinas es “parte del rescate de lo colectivo” y por eso hay que trabajar “en la memoria de Malvinas todos los días”.
“La soberanía es el eje central del pasado, el presente y construye con esperanza y con amor el futuro. Para que flamee la bandera celeste y blanca en nuestras islas Malvinas”, indicó el director del Museo en declaraciones a Télam.
Asimismo, remarcó la ilegalidad del ataque inglés y consideró necesario el homenaje “a los compañeros que quedaron en las aguas del Atlántico Sur”.
En esa línea, expuso que desde el Gobierno Nacional tienen que “seguir alentando el esfuerzo por la cuestión Malvinas” y también lograr “la construcción de la patria grande como política de Estado por encima de cualquier disputa política”.
Esteban expresó, además, que el objetivo del Museo es “seguir construyendo futuro y transmitir el amor por las Malvinas a las generaciones posteriores, tiene que estar todos los días flameando nuestra bandera”.
“Todavía no está flameando nuestra bandera en la islas Malvinas, por eso hay que seguir trabajando para que los excombatientes veamos en vida que nuestra bandera flamea en las islas Malvinas como parte del territorio nacional”, concluyó.
El hecho
El hundimiento del Crucero, ocurrido el 2 de mayo de 1982, fue consecuencia del ataque con torpedos del submarino británico HMS Conqueror fuera de la zona de exclusión que se había establecido durante la guerra de Malvinas.
Este hecho fue denunciado en las cortes internacionales por la Argentina como un crimen de guerra, y si bien el gobierno británico aseguró siempre que no sabía que el buque estaba fuera de la zona de exclusión, esto fue desmentido por exempleados del ministerio de Defensa inglés.
La ceremonia de este jueves comenzó a las 11.30 frente a la sede del Museo, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExEsma) y también participaron 50 excombatientes del Crucero ARA General Belgrano y familiares de los tripulantes, entre otros asistentes.
En el marco del acto se inauguró la puesta en valor y restauración de la cartelería del monumento al crucero realizado en 2014, mientras que en el espejo de agua se colocaron dos balsas, similares a las utilizadas para la evacuación del buque, y también se entregaron medallas a los excombatientes por los 40 años del conflicto bélico.
En tanto, el presidente de la Fundación Dotación 1982 y Familiares de Caídos en el Crucero General Belgrano, el excombatiente Juan Coronel, entregó cuatro banderas bordadas a los familias de cuatro caídos durante el combate: Carlos Alberto Benítez, Fernando Esteban Lugo, Juan Carlos Reguera y Edgardo Roberto Pramparo.
Coronel fue soldado conscripto y sobrevivió al ataque del Belgrano. Al momento del impacto, se encontraba en la torre de abajo del buque.
En declaraciones a Télam, contó que “nosotros teníamos mucha instrucción, se cortó la luz inmediatamente porque el segundo torpedo pego en la parte de los generadores de luz, y después la práctica de conocer el barco hizo que saliéramos”.
En tanto, durante el acto, Coronel recordó que aún “300 de nuestros compañeros están en el mar y solo se puede llegar a ellos con la memoria” y destacó que es una obligación “seguir haciendo memoria por quienes murieron”.
“Nunca descansaremos hasta tener la seguridad de que entiendan los argentinos por qué murieron (los 323 tripulantes)”, expresó.
Asimismo, señaló que “hay muchas deudas pendientes, sobre todo con las familias de quienes murieron, hay personas que directamente no tienen un homenaje y les falta eso, y ese es el trabajo nuestro, llegar a aquellos que no se pudo llegar nunca”.
Los familiares y sobrevivientes del Crucero, por su parte, también recalcaron la importancia de tomar este acto como un reclamo por las reparaciones históricas.
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