El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este lunes que Washington no enviará sistemas de misiles de largo alcance que puedan llegar hasta Rusia, tal como habían informado fuentes del Pentágono a la prensa, y desde el Kremlin calificaron la decisión como “razonable”.
“No vamos a enviar a Ucrania sistemas de cohetes que puedan llegar a Rusia”, dijo Biden a los periodistas este lunes por la mañana, informó la agencia de noticias AFP.
Los medios de comunicación estadounidenses habían informado que Washington preparaba el suministro de sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes de largo alcance a Kiev, después de la aprobación por el Congreso de una ayuda adicional a Ucrania de 40.000 millones de dólares.
Por su parte, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev, calificó de “razonable” la decisión del presidente estadounidense de no suministrar a Ucrania sistemas de misiles que lleguen a territorio ruso, informó la agencia Europa Press.
“De lo contrario, al atacar nuestras ciudades, las Fuerzas Armadas rusas habrían cumplido su amenaza y habrían atacado los centros para tomar estas decisiones criminales”, comentó en su cuenta de Telegram, recogió la agencia rusa de noticias TASS.
El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov, informó el sábado pasado a Estados Unidos de que el envío de nuevos sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) sería interpretado por Moscú como una “escalada del conflicto” y una provocación.
“Tenemos que verificar con cuidado esta información. De momento, partimos de las declaraciones del portavoz del Pentágono, John Kirby, en las que asegura que todavía no se ha tomado una decisión al respecto”, dijo en comentarios recogidos por TASS.
Estados Unidos había comenzado a estudiar abiertamente esta posibilidad en los últimos días, según fuentes de la Casa Blanca a la cadena CNN, con la entrega de MLRS y de una versión ligera, el llamado Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad M142 (HIMARS), capacitado para alcanzar objetivos a unos 300 kilómetros de distancia.
Sin embargo, el portavoz del Pentágono, John Kirby, no confirmó el envío de los MLRS M270, armamento muy móvil, con un alcance de hasta 300 km.
Kiev también pidió a Estados Unidos un segundo tipo de sistema: el M142 Himars, con un alcance de entre 70 y 150 kilómetros, muy superior a las baterías de obuses M777, que son las que actualmente se entregan a Kiev y tienen un alcance efectivo de no más de 40 kilómetros.
De hecho, el primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró claramente a favor del envío de este material, siempre que sea empleado en circunstancias puramente defensivas, dado que existe el peligro de que el sistema podría disparar misiles de largo alcance que podrían alcanzar territorio ruso.
“Existe el riesgo de que tales armas se coloquen cerca de las fronteras rusas y los ucranianos tengan la oportunidad de atacar ciudades rusas. Para nosotros, sería una situación inaceptable”, señaló el embajador.
“Esperamos que prevalezca el sentido común”, añadió en este sentido el embajador, “y que Washington no adopte una decisión tan provocadora, porque el bombeo de armas a Ucrania aumenta significativamente los riesgos de una escalada del conflicto”, sostuvo.
En este contexto, los funcionarios ucranianos pidieron más armas a Occidente.
“Algunos aliados evitan suministrar las armas necesarias por miedo a una escalada. Escalada, ¿en serio? Rusia ya está utilizando las armas no nucleares más pesadas, quema la gente viva. Tal vez sea el momento (…) de darnos MLRS “, tuiteó Mykhailo Podoliak, asesor de la presidencia ucraniana.
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