Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Rumania, Klaus Iohannis; el canciller alemán, Olaf Scholz, y el jefe del gobierno italiano, Mario Draghi, llegaron este jueves de manera imprevista a Ucrania y visitaron la devastada ciudad de Irpin, en las afueras de Kiev, donde se puede ver el “heroísmo” de los ucranianos, de acuerdo con el comentario del líder francés.
“Todos hemos visto estas imágenes de una ciudad devastada, que es a la vez una ciudad heroica, ya que es aquí, entre otros lugares, que los ucranianos detuvieron al ejército ruso que bajaba hacia Kiev”, dijo Macron durante la visita. “Representa el heroísmo del ejército, pero también el de la población ucraniana”, añadió, en declaraciones que reprodujo la agencia de noticias AFP.
Los dirigentes europeos visitaron la localidad en la que surgieron varias denuncias de crímenes de guerra por parte de las fuerzas invasoras durante la ocupación temporal de la región, en marzo último.
Los responsables europeos recorrieron las calles bajo fuertes medidas de seguridad y rodeados de periodistas, y les preguntaron a los militares ucranianos sobre el regreso de los habitantes y las obras de reconstrucción. En las paredes de un edificio destruido, se podía leer “Make Europe Not War” (“Hagan Europa, no la guerra”), una inscripción que Macron comentó: “es un buen mensaje (…) es emocionante de ver esto”.
Irpin, en el noroeste de Kiev, fue escenario de violentos enfrentamientos entre rusos y ucranianos en los primeros días de la invasión rusa, a principios de febrero. El ejército ruso tomó rápidamente el control de esta zona residencial acomodada, donde vivían 60.000 personas antes de la guerra, y la ocupó durante todo marzo.
Ucrania acusa a las fuerzas rusas de haber cometido crímenes de guerra en Irpin, así como en las localidades cercanas de Bucha y Borodianka, tras encontrar cientos de cadáveres de civiles después de la retirada del ejército de Moscú.
El Gobierno de Vladimir Putin negó toda responsabilidad en esos hechos y afirmó que cuando sus tropas se retiraron de allí, no había constancia de que se hubieran producido esos crímenes.
Macron, Scholz y Draghi, llegaron a Kiev en un viaje no anunciado por razones de seguridad para reunirse con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Antes de la recorrida por Irpin, Macron había anticipado que durante la jornada se reunirán con Zelenski y otras autoridades ucranianas, reportó la agencia de noticias rusa Sputnik.
“Me gustaría transmitir a los ucranianos una señal de apoyo y unidad europea”, señaló el presidente francés.
La visita de los líderes, que no se había anunciado oficialmente por motivos de seguridad, se produce un día antes de que la Comisión Europea se pronuncie sobre la concesión a Ucrania del estatus de país candidato a la adhesión a la UE.
Los jefes de Estado de las tres principales economías del bloque llegaron a la capital ucraniana en un tren especial que partió desde Polonia, dijeron la televisión alemana ZDF y el diario italiano La Repubblica, que publica una fotografía de los tres en el convoy.
Sentados alrededor de una mesa en lo que es descripto por el diario italiano como un vagón especial, los tres dirigentes aparecen en plena discusión con vasos de agua y una carpeta enfrente.
De acuerdo con La Repubblica, Scholz y Draghi acudieron al compartimiento de Macron en el momento de la fotografía.
Se trata de la primera vez que los líderes de estos tres países acuden a Kiev desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
Por separado, también llegó este jueves a la capital ucraniana y se unió a los tres líderes continentales el presidente rumano Iohannis.
“Estoy en Kiev junto con mis colegas europeos -el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro italiano Mario Draghi– para mostrar nuestro decidido apoyo y nuestra plena solidaridad con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y con el pueblo ucraniano”, escribió Iohannis en Twitter.
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