Un albañil fue detenido, en la villa 1-11-14, en la zona porteña del Bajo Flores, al estar acusado del femicidio de una mujer, de 55 años, a quien asesinó en la noche del jueves pasado, en el oeste del conurbano bonaerense.
El crimen se descubrió porque el hombre resolvió concurrir al velatorio de su víctima y entonces los deudos comenzaron a sospechar del individuo porque vieron que tenía lesiones de pelea en el cuerpo. El sujeto, de 32 años y de nacionalidad boliviana, se encuentra sindicado de haber sido el responsable material del crimen de Costa Villarruel Cano.
De acuerdo a lo manifestado por los informantes, el homicida concurrió durante el fin de semana al velatorio de su víctima, oportunidad en la que los familiares de la mujer advirtieron que presentaba lesiones en el rostro y en el cuero cabelludo.
Por esta razón, ante las sospechas de que podía ser el autor del asesinato, resolvieron avisar de la situación a los uniformados de la comisaría de Villa Celina, quienes a su vez informaron de las pistas al fiscal del expediente penal, el doctor Marcos Jesús Borghi.
Con directivas de los funcionarios de la Justicia, los pesquisas de la seccional arribaron a dicho asentamiento, ubicado frente al estadio del club San Lorenzo, donde localizaron a este hombre, a quien trasladaron a la sede del Cuerpo Médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, instalada en las inmediaciones de la rotonda de San Justo.
Gracias a la realización de diversas pericias, se logró determinar que el sujeto había recibido las heridas de 48 a 72 horas antes y que las mismas eran muy compatibles con las originadas en un altercado. Basándose en estas nuevas pruebas obtenidas en el mencionado sumario, Borghi decidió la detención del individuo, a quien además se le extrajeron cabellos, para efectuar un cotejo de ADN y compararlos con los que Villarruel Cano tenía en una de las manos, tras arrancárselos a su agresor, durante la fatal disputa.
Se comprobó que el trabajador (de contextura robusta y cabellos largos) era muy allegado a la mujer y que se había desempeñado en el domicilio habitado por la víctima junto a otros albañiles, hasta pocos días antes de ocurrido el asesinato, cuyos motivos que procuran averiguar.
Villarruel Cano, de origen boliviano, apareció fallecida a mazazos en la mañana del 8 de julio pasado, en su finca, en Bernardo Houssay al 300, casi en el cruce con San Rafael, en la localidad de Villa Celina y en las cercanías del límite con la avenida General Paz.
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