Tras la revocación del derecho al aborto en Estados Unidos, el uso de polémicos buzones para abandonar bebés regresó al debate público. Fueron impulsados por sectores conservadores, quienes consideran que son una “alternativa segura” a la interrupción del embarazo.
“Lo único que tienen que hacer es abrir la puerta, tomar la bolsa naranja, colocar al recién nacido dentro y cerrar. Nadie puede seguirnos y tomar a este bebé. El pequeño será recogido en dos minutos por el personal de bomberos que está en la estación”, contó Monica Kelsey, de Safe Heaven.
Estos buzones permiten llevar adelante el abandono en completo anonimato y garantizan la seguridad del niño. Funcionan desde noviembre de 2017 y desde entonces a hoy día, 21 pequeños fueron depositados.
Kelsey conoció esta modalidad en 2013, en Sudáfrica, y la llevó adelante en su país, donde recibió críticas y rechazos. “Es mejor abandonar un bebé en un buzón que en un basurero”, aseguró al contar que el fin principal es evitar que los niños sean desechados.
En caso de que los padres se arrepientan existe la chance de que puedan reclamar al bebé. Sin embargo, primero se les hará una investigación sobre la aptitud del hogar.
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