El presidente Alberto Fernández pidió un “rechazo global” a los “discursos extremistas y violentos” que buscan “erosionar” a las sociedades y a la democracia, al hablar en la 77° Asamblea General de la ONU que se lleva a cabo en Nueva York.
El mandatario afirmó que el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández el 1° de septiembre último “no sólo afectó la tranquilidad pública” sino que “también buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida”.
El mandatario inició su discurso ante la ONU -el primero que brindó en forma presencial debido a las restricciones que hubo por la pandemia los dos años anteriores- con un agradecimiento por la “solidaridad que Argentina ha recibido del mundo entero” ante el “intento de magnicidio perpetrado contra nuestra vicepresidenta”.
Fernández señaló que “muchas veces en la historia los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias” y “pueblos enteros sucumbieron detrás de esos profetas del odio”.
“Estoy seguro de que la violencia fascista que se disfraza de republicanismo no conseguirá cambiar ese amplio consenso al que adhiere la inmensa mayoría de la sociedad argentina”, apostó.
El mandatario consideró que, “aprovechando la desazón que generó la pandemia y los efectos económicos de la guerra, los discursos extremistas y violentos proliferaron y encontraron tierra fértil para sembrar el sentimiento antipolítico en nuestras sociedades”, por lo que, dijo, “guardar silencio ante semejante evidencia puede conducirnos a poner en crisis el mismo Estado de Derecho”.
“Muchas veces en la historia los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias”
“Quienes buscan debilitar y erosionar a las democracias tienen intereses específicos que los llevan a promover la polarización extrema. No aceptemos resignados esa situación. Generemos un enérgico rechazo global a quienes promueven la división en nuestras comunidades”, planteó.
El Presidente, asimismo, agradeció “a todos los Estados miembros por haber confiado en la Argentina para ejercer la presidencia del Consejo de Derechos Humanos durante este año”.
“Quienes buscan debilitar y erosionar a las democracias tienen intereses específicos que los llevan a promover la polarización extrema”
En su discurso, que duró los 15 minutos que establece el reglamento de la ONU, refirió que “la defensa de los derechos humanos forma parte de nuestra identidad y de nuestra historia”, en la cual “las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo nos enseñaron a persistir y a luchar”.
Por otro lado, bregó por “imponer el diálogo y recuperar la paz en la disputa iniciada con el avance militar de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania”.
También alertó que “las naciones endeudadas padecen mucho más los efectos del sistema establecido” que provoca desigualdades y manifestó que “Argentina está entre ellas”; tras lo cual agradeció a “todos los Estados” que apoyaron al país “en el complejo proceso de renegociación” de la deuda externa.
Sobre ese punto, Fernández señaló que se trata de un endeudamiento que su Gobierno “no generó”, en referencia a la administración de Mauricio Macri, pero que de todos modos, dijo, “afronta con toda seriedad”.
“Nuestros criterios son conocidos: responden a lo dispuesto por esta Asamblea General en la Resolución 69/319 de 2015, cuando dispuso que las restructuraciones de las deudas soberanas deben hacerse promoviendo el crecimiento sostenido e inclusivo, minimizando los costos económicos y sociales, garantizando la estabilidad del sistema financiero internacional y respetando los derechos humanos”, subrayó.
También apuntó que la seguridad alimentaria debe ser garantizada “a todos los habitantes del planeta” porque “no podemos transitar este tiempo con hambrunas”, y sostuvo que “debemos acceder en condiciones de seguridad y previsibilidad a la energía”.
“¿Es justo que la fortuna de solo 10 hombres represente más que los ingresos del 40% de la población mundial? ¿Es ético que la pandemia se haya cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos?”, se preguntó el mandatario.
A esos interrogantes respondió que “no denunciar este modelo de acumulación que concentra el ingreso en pocos mientras millones quedan sumergidos en la pobreza puede volvernos cómplices en la consolidación de tanta desigualdad”.
Al advertir que la Carta de la ONU establece que “las únicas sanciones legítimas son aquellas impuestas por el Consejo de Seguridad”, el mandatario señaló que Argentina “se suma al reclamo de los pueblos de Cuba y Venezuela para que se levanten los bloqueos que esas naciones padecen”.
En otro apartado de su mensaje, Fernández reiteró que Argentina “condena al terrorismo en todas sus formas” y afirmó que el país sigue “luchando contra la impunidad e investigando los atentados” a la Embajada de Israel y la AMIA.
Por ese motivo instó a Irán a que “coopere con las autoridades judiciales argentinas” y pidió “a la comunidad internacional a que nos acompañen en nuestra lucha evitando recibir o cobijar a cualquiera de los imputados, aún cuando gocen de inmunidad diplomática”.
También reafirmó “los legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”, que “forman parte del territorio nacional argentino y se encuentran ocupados ilegalmente por el Reino Unido desde hace ya casi 190 años”.
Fernández señaló que si bien el pedido formulado a través de la resolución 2065 de 1965 “se ha mantenido vigente y ha sido renovado en múltiples ocasiones”, el Reino Unido “persiste en su actitud de desoír el llamado a reanudar las negociaciones respecto de la disputa territorial”.
El mandatario denunció que el Reino Unido “agravó la controversia” con una “injustificada y desmedida presencia militar en las islas” y con “llamados a la explotación ilegal de los recursos”.
Subrayó que las acciones del Gobierno británico son contrarias a la resolución 31/49 de Naciones Unidos y volvió a pedir la intervención del organismo: “Solicitamos al Secretario General que renueve sus esfuerzos en el cumplimiento de ese mandato y que el Reino Unido se avenga a acatar el llamado de la comunidad internacional y ponga fin a esta anacrónica situación colonial”, expresó.
El Presidente reiteró además la “plena disposición del país de retornar a la mesa de negociaciones y buscar una solución que permita poner fin a esta prolongada disputa de soberanía”.
Fernández estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; los ministros de Seguridad y Educación, Aníbal Fernández y Jaime Perczyk, respectivamente; el embajador argentino en Estados Unidos. Jorge Argüello, y las embajadoras ante la ONU y la Unesco, Marcela Losardo y María del Carmen Squeff, respectivamente.
También integró la comitiva que acompañó al Presidente a la ONU la primera dama, Fabiola Yáñez.
Cuando terminó la participación de Fernández, la comitiva oficial debió esperar en la parte de atrás de la sede de la ONU, ubicada en la intersección de la calle 46 y la Primera Avenida, porque la llegada del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, generó el cierre del tránsito como medida de seguridad.
Durante ese lapso, la comitiva apreció una obra de la artista argentina Marta Minujín que se exhibe en la sede.
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