En estas últimas horas fue noticia el hallazgo de una misteriosa embarcación hundida frente a las costas de Arenas Verdes y Costa Bonita, en Necochea, y sus descubridores afirman que se trata de una nave de la Segunda Guerra Mundial, específicamente de un submarino nazi. Según informaron, tiene casi 80 metros de largo, 10 de ancho y hasta el momento, no existía registro documental alguno de su existencia.
Durante casi un año, a partir de un conjunto de datos recopilados, la hipótesis comenzó a tomar fuerza y la Prefectura Naval Argentina (PNA) decidió avanzar en su inspección. Fue el grupo multidisciplinario Eslabón Perdido quien inició la investigación tras detectar la posición de la misteriosa nave, hundida a 28 metros de profundidad y a solo cuatro kilómetros de la costa necochense al sudeste de la provincia de Buenos Aires.
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Luego de determinar que no se trataba de un barco, pudieron corroborar que su hundimiento no figuraba en el servicio de Hidrografía Naval ni en alguna carta náutica. Tras varios análisis a la embarcación, llegaron a la conclusión de que los restos son compatibles con las de un submarino que podría haber formado parte de la flota alemana que combatió durante la Segunda Guerra Mundial.
Abel Basti, periodista e investigador de 66 años que creó y lideró el grupo Eslabón Perdido, dio detalles de las imágenes obtenidas y las posteriores pericias correspondientes a través de un video en sus redes sociales, donde confirma que se trataría de un submarino alemán “del tipo IX que tenían casi 80 metros de eslora (dimensión de un barco tomada a lo largo del eje de pro hasta popa)”. El objetivo del grupo es, justamente, buscar los submarinos de Hitler que habrían arribado a la Argentina durante 1945.
Un perioscopio, la torreta, la escotilla, la cubierta y las extensiones coinciden con el perfil de los denominados U-Boot (abreviatura del alemán Unterseeboot, nave submarina) que Adolf Hitler movilizó, primero, para defensa y combate y luego, para el escape de comandantes nazis, según resaltaron los ingenieros navales que intervinieron en la investigación.
Nave submarina alemana o U-Boot.
Para llevar adelante la investigación se basó en documentos de la Armada Nacional que hablaban de la presencia de submarinos alemanes en aguas del Mar Argentino y “dan cuenta de las intenciones de desembarcos furtivos de los alemanes para encontrar un refugio seguro”. Sobre esto, en el video, señala: “Tras esos arribos, estaba previsto el hundimiento de los sumergibles para no dejar ningún tipo de rastro”. Por otro lado, manifestó que hay registro de diferentes testigos recolectados por medios de comunicación de la época.
“El viaje de esas unidades navales desde Europa hasta la Argentina era posible, lo demostraron los submarinos U-530 y U-977 que se rindieron en el puerto bonaerense de Mar del Plata el 10 de julio y el 17 de agosto de 1945”, explica. Y añade: “También se sabía que varios submarinos más habían desaparecido sin conocerse su ubicación ni su destino”. Además, suma a su investigación, los documentos del FBI que aseguran que el líder nazi escapó a la Argentina en un submarino transoceánico.
Para la investigación frente a las costas de Arenas Verdes y Costa Bonita, se delimitó una “zona de rastreo” precisamente donde, según medios de aquel momento, “se produjo un desembarco de un submarino que transportaba a jerarcas nazis”. Sobre el descubrimiento, destaca: “El casco se veía muy destruido resultado por eso difícil su identificación”.
Detalles de la investigación
Frente a esta situación, el 9 de marzo del 2022, Basti realizó la denuncia de hallazgo a PNA donde indicó las coordenadas exactas y la profundidad donde se encuentra. El Servicio de Hidrografía Naval reconoció que ese naufragio no estaba registrado y lo incoporó a las cartas náuticas y al Derrotero Argentino. “Prefectura consideró que podría tratarse de un ‘bien arqueológico’ e impuso restricciones en esa zona de navegación. Tres meses después, la PNA realizó una expedición para filmar los restos náufragos utilizando para ellos un vehículo remoto subacuático (ROV) y 12 buzos de profundidad”, agrega.
En las filmaciones e imágenes se observa un navío destruido. “Luego de analizar las imágenes, la PNA concluyó que debido al gran estado de daño no se podía determinar si era un buque o un submarino. Por esta razón solicité la inmediata intervención de peritos navales oficiales que pudieran esclarecer la verdad”, suma el periodista. Allí intervinieron los ingenieros navales, Juan Martín Canevaro y Andrés Cuidet (presidente del Consejo Profesional de Ingeniería Naval), como peritos de parte del grupo; analizaron las filmaciones y llegaron a la conclusión de que “no había sectores del casco compatibles a buques pero sí a submarinos”, como el periscopio de ataque.
Además, Basti señala que solicitó la colaboración profesional de la Liga Naval Italiana (LNI) -reconocida entidad internacional especializada en reconocer naufragios de la Segunda Guerra Mundial-. En ese caso, el organismo italiano confirmó, con su propia pericia, que “sin lugar a dudas se trata de un submarino” ratificando los registros de los ingenieros navales argentinos y añade que “el casco presenta signos de haber sido deliberadamente explotado, posiblemente con la finalidad de borrar evidencias”.
El periodista cuenta, al mismo tiempo, que la investigación comenzó siguiendo la pista del “famoso incidente de la estancia Moromar”. Durante 1945, último año de la guerra, ciudadanos de Necochea afirman haber visto desembarcos en dicha playa y tras la denuncia, la policía comprueba las huellas de que en ese lugar se había producido un desembarco. “Al seguirlas llegan a la puerta de la estancia Moromar y un grupo de hombres extranjeros los recibe a punta de fusil y los obliga a retroceder. La Policía informa pero la orden política es que no se metan”, explica. Esa playa coincide con el naufragio descubierto recientemente.
“Tenemos el transporte pero falta saber quiénes venían. Los criminales de guerra llegaron a la Argentina en barcos y se supone que quienes venían en sumergbles eran todavía más importantes. Este hallazgo obliga al Estado a reescribir esa historia y a aclarar la posición argentina con el tema nazi, porqeu cambia radicalmente todo lo expresado hasta ahora”, concluyó.
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