El presidente Gabriel Boric sostuvo este jueves que ataques incendiarios registrados en el sur del país contra escuelas e iglesias le recordaban la quema de sinagogas a manos de nazis, en una dura crítica a la violencia de una zona golpeada por un extenso conflicto indígena.
En su primer viaje a la región de La Araucanía, epicentro de la disputa entre el Estado y la etnia mapuche donde son frecuentes los ataques incendiarios contra infraestructura, Boric criticó duramente las acciones de sabotaje y dijo que sus autores serán perseguidos.
“¿Saben qué me recuerda la quema de la escuela y la iglesia que vimos hoy? Me recuerda cuando en la década de 1930 los nazis quemaban sinagogas; cuando en septiembre y octubre de 1973 (en Chile) la dictadura militar quemaba libros. A eso se parece esa gente, y a esa gente la vamos a perseguir”, dijo en una rueda de prensa.
Durante la madrugada de jueves, previo a la llegada del presidente a la zona, se registraron varios ataques incendiarios en zonas rurales donde se desplegaron mensajes que rechazaban su visita.
“Si creen que van a intimidarme a mí o a este gobierno, están muy equivocados. Son unos cobardes y los vamos a perseguir con todo el peso de la ley”, añadió al afirmar que en la región ha habido “actos de carácter terrorista”.
Tras reunirse con autoridades y funcionarios locales, el presidente -que llegó a la región bajo un fuerte resguardo- anunció la creación de dos nuevos centros de apoyo a víctimas de la violencia en las ciudades de Temuco y Los Ángeles, así como recursos para reparar a quienes vieron afectados su capital de trabajo.
Los esfuerzos se enfocarán en combatir el robo de madera, control de armas, mejorar la seguridad agroalimentaria en una zona de fuerte actividad agrícola y ganadera, así como en la vigilancia de las rutas. Además, señaló que su gobierno revisaría una iniciativa legal para víctimas de la violencia.
Según Boric, el Estado chileno no ha sido capaz de resolver asuntos como la pobreza que afecta a la región y tampoco llevar adelante un camino que asegure la paz y la seguridad para los ciudadanos.
Las declaraciones de Boric enfatizan su cambio de tono hacia el conflicto mapuche, ya que antes de asumir como presidente en marzo pasado solía insistir en que debía primar el diálogo, al criticar el enfoque con presencia militar promovido por su antecesor derechista Sebastián Piñera.
La violencia ha recrudecido en los últimos años en las regiones del sur del país, donde grupos de la etnia mapuche han reclamado por años la devolución de sus tierras ancestrales, entregadas a privados y donde actualmente existen muchas operaciones del sector forestal.
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