El gobierno nacional presentó ante Gran Bretaña una nueva protesta por los nuevos ejercicios militares que ese país realizará en las Islas Malvinas. Desde el Palacio San Martín, se denunció que ese tipo de prácticas constituyen “una injustificada demostración de fuerza” que transgrede los acuerdos internacionales que obligan a ambos países a reanudar las negociaciones de soberanía en condiciones de paz.
La queja fue presentada formalmente a la embajadora británica en Buenos Aires, Kirsty Hayes, el martes pasado. La diplomática fue citado por la Cancillería argentina, donde se le transmitió “el contundente rechazo del Gobierno argentino a la intención del Reino Unido de introducir nuevos actores militares en las Islas Malvinas, parte integrante del territorio argentino ilegítimamente ocupado por dicho país”.
Contra las resoluciones de la ONU
Según se explicó, la Argentina se enteró de los ejercicios militares a través de un anuncio del Reino Unido en el que informó sobre el envío de soldados de Kosovo para integrar las defensas de la infantería británica en Malvinas.
Esta operación denominada por Londres como “de paz” contraviene “la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU)”, que insta a Argentina y Reino Unido “a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las islas están atravesando el proceso de negociación” tendiente a resolver la disputa de soberanía.
A través de un comunicado, la cartera que conduce Santiago Cafiero precisó que el gobierno de Alberto Fernández le entregó a la embajada británica “una nota formal de protesta” en la que se advierte que los ejercicios militares van en contra de la “solución pacífica y definitiva” sobre el tema Malvinas.
“La iniciativa militar llevada adelante por el Reino Unido constituye una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de numerosas resoluciones” de la ONU “y de otros foros internacionales”, sostiene la misiva firmada por el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, y el subsecretario de Política Exterior, Claudo Rozencwaig.
Además de ratificar los derechos de soberanía que la Argentina tiene en el archipiélago, los funcionarios puntualizaron que “la presencia militar extra regional en las Islas se contrapone categóricamente con la permanente voluntad de la Argentina de resolver la controversia por medios pacíficos”.
Esos territorios están “ilegítimamente ocupados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte” y “son objeto de una disputa de soberanía”, motivo por el cual el gobierno argentino “reitera su disposición de reanudar las negociaciones para resolver de forma pacífica la disputa”, concluyó la queja.
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