Abuelas de Plaza de Mayo celebró la identificación del nieto 131, a quien le fue restituida su verdadera identidad. “Ayer, el Banco Nacional de Datos Genéticos comunicó la feliz noticia. Es el hijo de Lucía y Aldo”, contó Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, en una conferencia de prensa en la Casa por la Identidad que estuvo cargada de festejos. “Cerramos el año con Copa y nieto”, señalaron las Abuelas.
El hombre, de 44 años, es hijo de Lucia Nadín y Aldo Hugo Quevedo, militantes del Partido Revolucionario del Pueblo (PRT) nacidos en Mendoza que fueron secuestrados en la Ciudadde Buenos Aires.
Lucía y Aldo se conocieron en la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Cuyo. A Lucía la llamaban “Chiquita”, era profesora de francés, latín y griego. Junto a Aldo, a quien apodaban “Negro” o “Dipy”, tenían un taller de encuadernación. A mediados de 1976, con el recrudecimiento de la represión en Mendoza y luego de la detención de un compañero de trabajo, los dos se mudaron a la Ciudad de Buenos Aires.
Tenían 29 y 35 años cuando fueron secuestrados entre septiembre y octubre de 1977. Lucía estaba embarazada de dos o tres meses. Por testimonios de sobrevivientes, se sabe que los dos estuvieron cautivos en los Centros Clandestinos de Detención “Atlético”, ubicado sobre la avenida Paseo Colón, y luego en “El Banco”, a pocos metros de la Autopista Ricchieri, en La Matanza. Allí fue vista Lucía por última vez, cuando fue retirada para dar a luz entre marzo y abril de 1978.
El joven se enteró hoy por la tarde de la noticia. Como no fue una presentación espontánea, sino que se produjo a partir de una investigación judicial, se lo informaron en el juzgado federal de Ariel Lijo, donde estuvo acompañado por los equipos de Abuelas, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), y de la Unidad Fiscal Especializada en casos de apropiaciones.
Claudia Carlotto, directora de la CoNaDI, contó que se reunieron con él después de la entrevista con el juez y la noticia lo shockeó. “Lo vi muy bien dispuesto y muy emocionado cuando le dimos la foto de su padre del día del casamiento, porque él es igual al papá”, señaló y destacó que, al igual que sus padres biológicos, se recibió de Filosofía y Letras. “Ahora empieza su proceso, el conocimiento de su familia biológica, la historia de sus padres”, añadió.
“Nos volvemos a ilusionar”, sostuvieron las Abuelas en el comunicado que leyó Estela, en el que se dirigió a los hombres y mujeres que pueden tener dudas sobre su identidad: “En estos 45 años de lucha, las Abuelas hemos resuelto 131 casos. En los últimos tiempos, a pesar de la pandemia, seguimos trabajando día a día con esperanza y con la convicción de que vamos a encontrar a nuestros nietos y nietas, que pueden estar en cualquier lugar del mundo”, señaló y añadió: “En estos años debimos despedir a queridas compañeras y muchas de ellas no pudieron concretar el merecido abrazo. Nuestros nietos y nietas ya rondan los 45 años y seguramente son hombres y mujeres con una vida construida, con sus trabajos, saberes, amores, preferencias, deseos y familias constituidas. Las Abuelas les decimos que queremos sumar verdad a su historia, que los y las esperamos con amor”.
Junto a las Abuelas, también estuvieron en la conferencia el fiscal Pablo Parenti, titular de la Unidad Fiscal Especializada en casos de apropiaciones, y nietos y nietas que recuperaron su verdadera identidad, entre ellos Horacio Pietragalla, hoy secretario de Derechos Humanos de la Nación.
“Con esta noticia, de que una persona recupera su verdad, su historia, se corta esa perversidad que quisieron llevar adelante lo genocidas, de que esos detenidos-desaparecidos fueran olvidados. Hoy ese matrimonio, acá presente, esos militantes políticos que fueron secuestrados, torturados y asesinados de la peor manera, vuelven a aparecer porque su hijo sabe quiénes son, los miró por primera vez en una foto y eso es traerlos de vuelta a la vida, al recuerdo y ese es uno de los logros mas grandes que nos dan nuestras queridas Abuelas”, manifestó Pietragalla.
El hijo de Lucia Nadín y Aldo Hugo Quevedo es el primer nieto que recupera su identidad después de más de 3 años. En junio de 2019, Abuelas anunció la restitución de Javier Matías Darroux Mijalchuk, quien había sido secuestrado junto a su madre en diciembre de 1977, cuando tenía cinco meses. Ese mismo año, fue identificada también Marcela Solsona Síntora, nacida durante el cautiverio de su madre Norma Síntora.
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