El exceso de iluminación artificial en el mundo actual es lo que llamamos “contaminación lumínica”. Es una de las causas por la que mucha gente nunca haya podido ver las constelaciones en un cielo estrellado. Pero, ¿qué hay para ver?
Las constelaciones son nuestro mapa del cielo, agrupaciones de estrellas que el ser humano observó y denominó, como herramienta para orientarnos “bóveda celeste”. De hecho, una rama de la ciencia —la astronomía— que estudia la estructura y la composición de los astros, ha elaborado una división del cielo en 88 regiones o constelaciones.
Argentina ofrece una enorme variedad de destinos donde experimentar el misterioso espectáculo del cielo nocturno. Con varios planetarios y observatorios astronómicos de referencia internacional, hay una apuesta al recurso que ofrece el cielo y nuestro país se posiciona en el mapa internacional del turismo de estrellas.
Ezequiel Brahim es periodista y guía de astroturismo y pudo conocer gran parte de las perspectivas del cielo que ofrece la Argentina. En la Patagonia “la limpieza de la atmósfera y la bajísima contaminación lumínica hace que sea uno de los mejores cielos del país. Obviamente, tenés un clima patagónico en cuanto a que está muy fresco o ventoso” resalta.
Si bien su pasión por el cielo es bastante reciente, a fines de 2019, luego de su incursión y formación, ha brindado más de 100 charlas de astronomía, por las que han pasado “más de 11 mil personas”. Lo que este intercambio terminó de confirmarle a Ezequiel, es que muchos de aquellos asistentes que tenían un pequeño interés por la astronomía, creían que lo primero que tenían que hacer es comprarse un telescopio.
“Y en ese punto es que en su momento yo hice un clic, por un consejo que recibí. Y es que, si tenes un poquito de interés en la astronomía, hay que salir de noche, buscar cuáles son las estrellas más brillantes, donde están, cómo se llaman, cuáles son las diez constelaciones más fáciles de dibujar, los cinco planetas que se pueden ver a simple vista. Quizás todo el mundo conoce las Tres Marías, pero hay como 20 estrellas más brillantes que las Tres Marías. Ahí vas a empezar a encontrar Sirio, Canopu, Alfa Centauris, Vega. Ya con eso, tenés para entretenerte un montón de noches sin tener que comprar un telescopio”.
En su paso por el Parque Patagonia, Brahim pudo disfrutar del observatorio de estrellas, un espacio de encuentro para observar el cielo a resguardo del viento y del frío. “Es un espacio fantástico. Está reparado del viento, con un pequeño anfiteatro como para unas quince personas. Tiene una salamandra que todo el tiraje pasa por debajo de donde se sienta la gente, entonces va calefaccionando donde están sentados. Es muy práctico para poder ver el cielo”, destaca el guía.
El observatorio es de uso libre, se accede por un sendero que comienza detrás de la hostería La Posta de los Toldos. La construcción, realizada con materiales de la zona, tiene forma de espiral y, en su interior, cuatro espejos de agua alineados con la Cruz del Sur permiten observar el cielo en su reflejo, a la vez que un banco estufa brinda calidez y cobijo para disfrutar de la contemplación.
El Parque Patagonia “tiene las particularidades de un cielo rodeado de cerros en los que, por ejemplo en el atardecer, rápidamente el sol se oculta. Empieza a refrescar, a oscurecer y cuando menos te das cuenta, tenés la noche encima. Otra de las cosas curiosas, para quienes son habitantes de llanuras, es que el horizonte que está marcado por los cerros, se ve con mucha claridad y tenés miles de estrellas arriba de tu cabeza”, dice el guía.
“Vas a ver muchas más estrellas que no ves en otros lugares, las más tenues”, afirma el comunicador. En los cielos despejados de otras ciudades se pueden “ver las grandes, las más brillantes: Sirio, Canopus, Alfa, Centauris, unas veinte aproximadamente. Pero en Santa Cruz, ves mil”.
Fuente: Ahora Calafate
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