Al resumir lo que le transmitió el electorado que irá a las urnas el 13 de agosto, indicó que mayoritariamente se evidencia un alto índice de desempleo y quienes tienen trabajo perciben bajos salarios e incluso mucha gente tiene dos ocupaciones para no quedar por debajo la línea de pobreza.
“También se habla mucho de la falta de servicios básicos, como ser redes cloacales, iluminación e incluso de salud. Esto último –acotó- me lo plantearon en los dos barrios que visité, porque si bien hace pocas semanas se inauguró un hospital modular en esta zona del ejido urbano, el mismo tiene un gran faltante de profesionales”.
“Es por eso que yo sostengo la necesidad de fortalecer el sistema de salud en toda la provincia y para ello es necesario traer profesionales que se radiquen otorgándoles sueldos dignos y la posibilidad de tener vivienda para toda su familia. Caso contrario es difícil que los médicos y médicas quieran venir a Santa Cruz”, puntualizó.
Otra de las principales preocupaciones de las que se hizo eco está referida a la seguridad pública, lo cual hace necesario estructurar un eficaz mapa del delito, vigilar los ingresos a la provincia y combatir el narcotráfico y el narcomenudeo.
Resaltó que todos los aspectos que mencionó se replican de manera transversal en otras localidades santacruceñas y en ese contexto está en un primer plano “la tragedia de la educación” que margina a las nuevas generaciones y les deja un futuro incierto.
Más adelante, al ser consultada por El Patagónico si creía que el actual gobierno implementará alguna nueva acción electoralista para mantenerse en el poder, Reyes dijo que ya no tiene margen para convencer al electorado como lo intentó con el bono extraordinario para trabajadores estatales porque “el plan platita ya no sirve en Santa Cruz”.
“Nosotros proponemos reformas estructurales para transformar la provincia con un equipo de gente honesta y que tenga vocación de trabajo y conmigo tendrán una gobernadora que recorra constantemente todas las localidades”, afirmó.
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