Tras la fuerte aceleración inflacionaria de agosto que ubicó al IPC en 12,4%, el registro más alto desde 1991, fue que el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, anunció que el Gobierno informará todos los viernes la evolución semanal del Índice de Precio al Consumidor (IPC). Ante esto cabe preguntarse, ¿es una medida electoralista o ayudará a moderar la especulación tras el índice?
Para Ramiro Castiñera, director de Econométrica, esta decisión es “intrascendente” porque “no es una medida de política económica”. Desde su consultora proyectan un 12,5% de inflación para septiembre por encima del IPC de agosto y para todo el 2023, un avance del 172%. “Los niveles de inflación en Argentina ya son similares a los observados a mediados de la década de 1970”, especificaron desde un informe.
Por su parte, para el economista, Federico Glustein, es una decisión que “no tiene razonabilidad y sobre todo, es un punto en el cual, pareciera que es una herramienta para aportar a la confusión, por un lado, pero por el otro, estar con atención a cada viernes para ver el dato inflacionario semanal, por lo que genera cierta paranoia en el ambiente”.
“No tiene una perspectiva de ancla, no sirve para cambiar la política monetaria ni fiscal, es una duplicación de funciones del Estado, no es útil a nivel estadístico ni económico. Si veo que le saca peso comunicacional al candidato presidencial Sergio Massa y la reposa en el Viceministro para, si llegase a bajar la inflación, tener un dato adelantado por una semana para la campaña”, cerró.
A su turno, Natalia Moltyl, economista y CEO de NM consultora, dijo que se trata de “una pésima decisión”: “Se entiende que es para anclar expectativa pero funciona al revés. Por un lado, es señal a los mercados de que ahora es necesario seguir la evolución de los precios semana a semana, es decir, que se les ha salido de las manos la suba de precios”.
Y, por el otro, aseguró que esta decisión rememora la época en la que intervenían el INDEC. “El Ministro de Economía no debería estar publicando la inflación. Hace ruido e impacta negativamente sobre expectativas, acelerando la suba de la demanda de dólares por cobertura”, opinó.
De acuerdo con el cuadro publicado por la Secretaría de Política Económica que se encuentra bajo el ala del Ministerio de Economía, en la semana del 4 al 10 de septiembre la variación de precios fue de 2,1% y se observa una desaceleración del pico de 4,8% que tocó en la tercera semana de agosto.
Al respecto, un economista de la city dijo que “el gobierno quiere mostrar que el pico que generó la devaluación ya pasó y para eso decide publicar un nuevo indicador buscando coordinar expectativas con el dato semanal”.
Sin embargo opinó que se trata “de un arma de doble filo, porque da herramientas para indexar más rápido a los agentes dado que es un dato público y no es claro que en las próximas semanas vaya a estabilizase el dato, lo que podría adelantar un mal dato y acelerar cambios”.
Esta semana se conoció que la inflación de agosto se disparó a 12,4% en agosto, acelerando 6,1 puntos porcentuales (p.p.) respecto al 6,3% observado en julio, tras la devaluación del 20% del peso, y acumuló 80,2% en el año, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
A nivel mensual, el segmento que sufrió mayor suba fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, que se disparó 15,6%, seguido por Salud (15,3%). Esto quedó se trasladó al fuerte aumento en las canastas, así la alimentaria saltó 17% en agosto mientras que una familia necesitó $284.687 para no ser pobre, también informó el INDEC.
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