En caso de que las elecciones generales del 22 de octubre no definan al próximo presidente de Argentina, se celebrará un balotaje el 19 de noviembre, coincidiendo con el último fin de semana largo del año debido al feriado del Día de la Soberanía Nacional del 20 de noviembre. Esta situación plantea un dilema en relación al feriado, ya que los argentinos deberían acudir a las urnas en medio de su descanso.
Según establece la ley, en caso de balotaje, este debe realizarse dentro de los 30 días de realizada la elección general. Por lo tanto, si ningún candidato obtiene el 45% de los sufragios o el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo, se procederá a celebrar una segunda vuelta el 19 de noviembre.
Ante este escenario, la Cámara Nacional Electoral (CNE) establece que los argentinos deberán volver a votar en medio del fin de semana largo, generando incertidumbre sobre el impacto que esto pueda tener en la participación ciudadana. Sin embargo, el gobierno nacional podría tomar una decisión similar a la que se implementó en 2015 durante la segunda vuelta entre Mauricio Macri y Daniel Scioli.
En aquella ocasión, el feriado nacional se desplazó al fin de semana siguiente, para que los ciudadanos pudieran ejercer su derecho al voto. Por lo tanto, no se descarta que en el caso del balotaje de 2023, el feriado por el Día de la Soberanía Nacional sea trasladado al viernes 24 o al lunes 27 de noviembre.
De esta manera, se garantizaría que los argentinos cuenten con un día libre para ir a votar y se evita el conflicto de tener que acudir a las urnas en medio de su fin de semana de descanso. Esta decisión, aunque parece lógica, dependerá de las autoridades del gobierno nacional y de la situación política y social que se esté viviendo en ese momento.
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