Eugénie siempre soñó con hacer una navegación por el mundo. Lo pensaba en compañía de alguien, pero ahora el viaje lo realiza sola.
Doctora en Biología y especializada en ArteTerapia la mujer comenzó a navegar de grande, probando con viajes cortos en su Bélgica natal.
En el 2015 todos los planes se frenaron por un cáncer de mama que la llevó a un tratamiento con quimioterapia. Ella dice que fue el cáncer lo que la empujó a tomar decisiones y no seguir postergando. “Tenía 47 años y me enfrente con mi propia muerte”, recuerda hoy.
La mujer compró un velero y realizó un curso de capitana. Hasta ese entonces navegaba hacía 10 años pero siempre con otras personas al mando de las embarcaciones.
Sin quien nadie la acompañe, y con el aliento de una amiga, Eugenia emprendió viaje desde Paises Bajos (Holanda) en el 2018, y desde entonces navega mares y océanos con la idea de llegar a Ushuaia y surcar entre los canales fueguinos.
La cuarentena de la pandemia la pasó entre Portugal y Cabo Verde, hasta que en Sudamérica comenzaron a abrise las fronteras y decidió cruzar hacia Brasil con su velero “Giulia”, de unos 10 metros de largo
Su llega a la Argentina fue especial. En Buenos Aires la recibieron familiares que no conocía, una rama de parientes que se desprende luego que un hermano de su bisabuelo emigrara el siglo pasado.
Por el Mar Agentino el velero comenzó a descender llegando hasta la costa santacruceña, primero en Puerto Deseado y luego Puerto San Julián, donde se prevé que brinde una charla al público en estas horas.
La capitana no tiene apuro. En cada lugar que llega se toma sus tiempos para conocer y darse a conocer.
Las presentaciones de su libro “Atrevete: cómo el cáncer convirtió un niña en mujer”, forma parte del itinerario de tierra.
“Cada día agradezco a la vida que tengo un día más”, comentó Eugénie Nottebohm al canal sanjulianense UVC.
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