La iniciativa busca brindar a los pacientes, herramientas que les permitan aprovechar al máximo su visión residual. “Aunque estas ayudas no recuperan la visión perdida, enseñamos a los pacientes a utilizar el resto de su agudeza visual para realizar tareas cotidianas”, explicó Carina Lara, una de las impulsoras del proyecto.
Esta jornada ha tenido una gran participación de personas de diversas localidades. “La convocatoria ha sido un éxito, y ya no tenemos más turnos disponibles”, comentó una de las organizadoras.
Es importante destacar que la baja visión se diagnostica cuando ningún anteojo convencional ni tratamiento médico resulta efectivo para el paciente. En estos casos, se recurre a la adaptación de insumos ópticos y no ópticos para mejorar la funcionalidad visual del paciente.
Por otro lado, las organizadoras señalaron que, en un esfuerzo por mejorar la calidad de vida y la autonomía de las personas con baja visión, en diciembre del año pasado el Hospital Regional de Rio Gallegos ha lanzado un nuevo servicio gratuito en el hospital local. Este servicio, que permite a los pacientes probar diversas ayudas ópticas y no ópticas, es el primero de su magnitud en la provincia.
La óptica Gabriela Bombardiere, quien viajó desde Entre Ríos para colaborar con esta propuesta expresó que, para prevenir problemas de baja visión, es fundamental realizar controles periódicos con el oftalmólogo. Muchas patologías visuales son silenciosas y no presentan síntomas evidentes, por lo que los chequeos regulares son esenciales para un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado.
Esta jornada representa un paso significativo hacia la inclusión y el apoyo a las personas con discapacidad visual, demostrando que siempre hay algo que se puede hacer para mejorar su calidad de vida.
0 comments