La ciudad de Caleta Olivia, en el norte costero de Santa Cruz se presenta como opción del “Turismo Azul”. La permanecencia de las Ballenas Sei en el Golfo San Jorge abren las puertas al turismo a esta zona petrolera. Para fin de año el municipio espera contar con excursiones para el avistaje de estos cetáceos.
La riqueza ecológica del golfo San Jorge ha permitido que, desde hace algunos años, regresen las ballenas sei a las costas de Caleta Olivia, transformando esta ciudad en un nuevo punto de avistaje de cetáceos.
Ciudad petrolera por historia, hoy comienza a presentarse también como parte del turismo costero.
Valeria Negro, subsecretaria de turismo de Caleta Olivia, dice que “el cambio de imagen de Caleta comenzó con la idea de ofrecerle una mirada al mar. Tenemos al golfo San Jorge que nos abraza todos los días y nos muestra que hay una diversidad impresionante de fauna y de flora”.
Esta diversidad es el motor para propiciar lo que se conoce como “Turismo Azul”, una tendencia que crece a nivel mundial y que propone una forma de vincularse con el mar promoviendo la contribución positiva a las comunidades locales y la preservación a largo plazo de los recursos marinos.
El cuidado del Golfo llevó a que regresen allí las ballenas sei que, cerca de 100 años atrás, habían desaparecido debido a la caza comercial llevada adelante por las factorías instaladas en la región. Estos enormes cetáceos, qué miden hasta 18 metros de largo y pesan más de 20 toneladas, regresaron hace unas dos décadas atraídos por el alimento que les brinda el Golfo. La presencia de los bosques de macroalgas es fundamental para su permanencia, ya que aseguran la presencia de varias especies que sirven de alimento a otras.
“Caleta Olivia es el lugar ideal para ver a las ballenas sei porque es una especie que no la vas a ver en ningún otro lado y podés observarlas muy bien desde la costanera local, incluso sin binoculares: se observa la respiración y al rato ves el lomo y la cola. Es maravilloso porque uno puede tener contacto visual sin la necesidad siquiera de embarcarte”, cuenta la funcionaria del área turística del municipio.
Las sei llegan en diciembre y permanecen en el golfo hasta comienzos del invierno, a diferencia de la ballena Franca que llega a Puerto Madryn (Chubut) en junio.
Un despacho de la Agencia Ambiental indics que para este fin de año el gobienro de Caleta olivia espera poder contar con embarcaciones que realicen navegaciones para ver las ballenas más de cerca.
“Somos una ciudad costera, pero nunca se explotó todo este potencial. Entonces, hay que hacer estudios desde cero y ordenar legalmente para poder llevar adelante estas propuestas de embarcaciones que, seguramente, salgan desde el puerto”, explica Negro.
Los deportes acuáticos como kayak, kitesurf, stand up paddle y el wind surf se suman a componer una propuesta que trascienda a los residentes.
Aquí también se puede bucear y avistar avistar medusas, estrellas de mar, calamares, erizos, esponjas, pulpos y peces.
La variedad de la fauna marina también se ve en diferentes puntos de los alrededores de Caleta Olivia.
Fuente: Señal Calafate
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