Vanesa recuerda con cariño su primera Navidad en la casa de chapa de su abuela, un espacio lleno de calidez y unión familiar. “Me acuerdo que me regalaron una cocinita, una caja que era más grande que yo. Era algo espectacular”, comparte. La familia hablaba “todos al mismo tiempo”, y la presencia de sus dos hermanos marcaba un momento especial, ya que uno de ellos vivía lejos y solo regresaba para las fiestas. “Era el momento del reencuentro. Llegaban y solo quedaba disfrutar de estar en compañía”.
Entre las tradiciones familiares, destaca la importancia del pesebre. “Mis padres, que tienen 60 años, siempre nos inculcaron la tradición de poner a Jesús en el pesebre el 24 a las 12. Ese gesto me recuerda el amor incondicional de mi mamá hacia mí y mis hermanos, y cómo ella siempre buscaba que compartiéramos ese momento con alegría y unión.”
Una nueva Navidad: amor y sueños compartidos
Sin embargo, reconoce que la magia que rodeaba a la Navidad de su infancia ha cambiado con el tiempo. “Antes se escuchaban las campanitas, esperábamos la comida, veíamos las películas navideñas. Hoy siento que las fiestas giran más en torno al Año Nuevo”, reflexiona. Pero esta Navidad marcará un antes y un después en su vida, ya que emprenderá un viaje junto a su pareja.
“Será completamente diferente porque estaré lejos de mi hogar, viviendo una experiencia nueva. Este viaje no es solo una aventura; es un sueño que simboliza nuestra decisión de construir juntos desde el amor. Amo viajar porque me conecta con mi mejor versión, y hacerlo con mi pareja será mágico. Estoy segura de que compartiremos momentos únicos y fortaleceremos aún más nuestro vínculo.”
Navidad en Danzarte: deseos, juego y familia
En su rol como directora de Danzarte, Vanesa ha encontrado nuevas formas de celebrar la Navidad, integrando a las familias de sus alumnas en actividades que fomenten el vínculo y el disfrute colectivo. Este año, organizarán una jornada especial en una chacra, donde tanto las niñas como sus familias tendrán un espacio para conectarse y reflexionar. “Vamos a hacer un ejercicio de reconocimiento, escribiendo deseos en bolitas navideñas de papel para colocarlas en el árbol de Navidad de Danzarte. Será un momento inolvidable”, detalla.
Además, el evento incluirá juegos y actividades que buscan enseñar a las familias a reconectar con sus hijos desde un lugar de juego y emoción compartida. “Creo que los recuerdos más hermosos son emociones, y conectar así con los más chicos crea momentos duraderos. Los padres a veces necesitan aprender cómo jugar con sus hijos, y este espacio les da la oportunidad de hacerlo”.
El rol clave de las familias en el desarrollo de las bailarinas
Para Vanesa, la familia es el pilar fundamental en el crecimiento de sus alumnas. “Ellas son escuchadas por su familia, que las acompaña desde el principio: las lleva a las clases, organiza horarios, y está presente en sus logros”, explica. En Danzarte, la exigencia se trabaja desde un lugar positivo, enseñando a las niñas a organizarse y disfrutar del proceso, sin perder de vista que aún están en una etapa para jugar y explorar. “Tenemos padres que incluso se hicieron remeras con el logo de Danzarte. Es un amor que no puedo explicar”, comenta emocionada.
Un deseo para Santa Cruz y el mundo
Para esta Navidad, Vanesa desea bienestar y desafío para su comunidad, especialmente para Río Gallegos. “Creo que venimos surfeando una ola muy grande este año. He visto cómo la contención de la escuela se ha sentido como un hogar para muchas familias. Eso genera plenitud y disfrute. Mi deseo es que esa sensación de bienestar se multiplique, tanto en la comunidad como en el mundo”.
A través de su labor en Danzarte, Vanesa continúa creando espacios donde las familias se fortalecen, los niños encuentran un hogar en la danza, y las emociones se convierten en recuerdos imborrables. Su visión de la Navidad, llena de conexión y amor, resuena como un mensaje esperanzador en un tiempo de celebración y reflexión.
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