Una Navidad con raíces familiares, tradiciones y enseñanzas de Jesús

En el marco del Calendario de Adviento, organizado por la Secretaría de Estado de Culto, la ministra de Desarrollo Social, Igualdad e Integración, Luisa Cárdenas, compartió emotivos recuerdos y reflexiones sobre la Navidad. Desde su infancia hasta su rol como madre y funcionaria pública, la ministra destacó la importancia de esta celebración como un espacio de unión familiar, fe y aprendizaje espiritual.

En este sentido, la titular de la cartera Social provincial recordó con nostalgia esos momentos de su niñez. “Mi primera Navidad la recuerdo con mi familia: mamá, papá y mis hermanos. Era un momento de unión, de preparar la mesa juntos y compartir. Hasta el día de hoy, gracias a Dios, sigo disfrutando de mis padres y esas tradiciones que nos unieron tanto”.

Desde pequeña, su madre les enseñó el significado espiritual de la Navidad. “Mamá siempre nos llevó a la iglesia, así que entendíamos que la Navidad era el nacimiento de Dios. No se trataba de regalos, sino de estar juntos, reflexionar y celebrar con humildad. Eso era lo importante”, añadió, subrayando cómo esas enseñanzas marcaron su perspectiva sobre esta fecha.

Tradiciones familiares: María Cristina y el Niño Jesús

Una de las tradiciones más especiales de su familia está relacionada con su hermana mayor, María Cristina, quien aún hoy mantiene el ritual de colocar al niño Jesús a la medianoche. “Ella siempre preparaba todo con mucho cariño. Desde peinarnos y arreglarnos, hasta reflexionar con música navideña sobre lo que significaba esa noche especial. Para nosotros, eso era la Navidad: estar juntos, reflexionar y agradecer”, recordó Luisa. María Cristina no solo fue un apoyo espiritual para la familia, sino que también representó una figura de cuidado y amor que, según Luisa, dejó una huella imborrable en su infancia y en cada celebración navideña.

La Navidad como madre: amor y enseñanza para su hija

Hoy, Luisa vive la Navidad con emoción y responsabilidad, transmitiendo los valores que recibió a su hija de ocho años. “Tengo la bendición de compartir con mi hija estas tradiciones. Cocinamos juntas, ella ayuda, y eso para mí es amor. Esos momentos únicos, madre e hija, son emocionantes. Le enseño lo mismo que me enseñaron a mí: rezar, agradecer y compartir en familia”, contó. Además, la cocina juega un papel especial en su celebración. “Desde que aprendí a cocinar, siempre me encanta preparar la comida navideña para toda la familia. Creo que cocinar para otros es una forma de expresar amor, y mi hija ya comparte ese espíritu conmigo”, añadió con orgullo.

La Navidad desde la función pública: acompañar en los momentos difíciles

Luisa también reflexionó sobre su rol como funcionaria pública en esta época del año, que muchas veces no es fácil para algunas familias. “Acompañamos día a día, no solo en Navidad. Desde el lugar que me toca, trato de llegar al vecino, ayudarlo con las herramientas que tenemos. Más que nunca, esta fecha nos invita a pensar en quienes no la están pasando bien”, afirmó, destacando la importancia de la solidaridad en este contexto.

Un deseo para el 2025: paz, diálogo y amor al prójimo

Al cerrar la entrevista, Luisa dejó un mensaje inspirador para el año que viene. “Deseo más paz, menos egoísmo y más diálogo. Si todos acompañamos, con lo poco o mucho que tengamos, podemos construir algo mejor. Creo que debemos seguir el ejemplo de Jesús: perdonar, querer más y no competir. Esa enseñanza es fundamental para Santa Cruz, Argentina y el mundo”, expresó. La ministra Luisa Cárdenas nos invita a vivir una Navidad desde el amor, la unión y la reflexión, rescatando el verdadero significado de esta celebración y proyectando un 2025 lleno de esperanza, siguiendo las enseñanzas de Jesús.