La Cámara de Proveedores Mineros de Santa Cruz (CAPROMISA) expresó su
preocupación ante el bloqueo de accesos al yacimiento Cerro Negro, una
medida de fuerza que impidió el ingreso de personal e insumos
esenciales para su operatividad. La entidad destacó que este tipo de
acciones no solo afectan el normal desarrollo de la actividad minera,
sino que también generan un impacto negativo en toda la cadena
productiva, perjudicando a las pequeñas y medianas empresas (pymes) que
dependen de esta industria.
El conflicto, originado por un reclamo sindical y discrepancias sobre el
encuadre gremial de tareas entre contratistas y la UOCRA, ha puesto en
jaque la continuidad laboral de muchas pymes santacruceñas.
CAPROMISA advirtió que la minería es un motor clave para el desarrollo
provincial y que la falta de consenso puede poner en riesgo inversiones
y empleos.
“Este tipo de medidas no solo afectan a las empresas mineras, sino
también a toda la cadena productiva, incluidas las pymes locales que
trabajan en los yacimientos”, señalaron desde la organización.
En este contexto, CAPROMISA reiteró su llamado al diálogo como única
vía para destrabar el conflicto y garantizar la paz social en el
sector. La entidad subrayó la importancia de establecer ámbitos de
debate que permitan encontrar soluciones sin recurrir a medidas que
perjudiquen la producción y el empleo en Santa Cruz.
“Necesitamos comprometernos entre todos para no generar perjuicios a la
producción y fomentar espacios de intercambio y construcción de
soluciones”, remarcaron.
Finalmente, CAPROMISA reafirmó su compromiso con el desarrollo de la
minería santacruceña y destacó que el trabajo conjunto entre
empresas, gremios y el Estado es fundamental para asegurar el
crecimiento sostenible del sector y el bienestar de las comunidades
locales.
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