Gustavo Ossés contabilizó 3.450 kilómetros avanzando en principio por la Ruta 3 hasta Río Gallegos, para luego llegar al paso internacional Monte Aymond y cruzar por barcaza a Tierra del Fuego, aprovechando que ese servicio para los ciclistas es gratuito.
De allí fue hacia a Río Grande y Ushuaia, para luego ingresar a territorio chileno y volver al argentino retornando a Rio Gallegos para luego seguir un extenso trayeco por la Ruta 40, llegando a El Calafate y El Chaltèn (ensamblando la Ruta 23).
El raidista continuó hacia el norte para visitar Bajo Caracoles, Los Antiguos, Perito Moreno y volvió a Caleta por la Ruta Provincial 43, pasando por Las Heras y Pico Truncado.
Ya tenía experiencia en este tipo de travesías, pero esta fue la más extensa y lo hizo en solitario, cruzándose con pocos cicloviajeros, pero con muchos motociclistas, en su mayoría extranjeros.
Ahora piensa plasmar sus recuerdos de paisajes de estepa y otros de imponentes bellezas naturales, incluyendo inolvidables anécdotas de viaje.
Acerca de ellas contó que “me ayudó mucha gente en medio de la nada deteniéndose con sus vehículos para ofrecerme agua y hasta una simple fruta y esos gestos fueron realmente importantes”.
“Un día me quedé sin comida y estaba lejos de alguna localidad, por eso me puse a buscar en el campo y encontré algunos huevos de aves para poder alimentarme”, relató.
Tampoco olvidará cuando en un paso fronterizo las autoridades chilenas le impidieron ingresar con las únicas dos cebollas que le quedaban en las alforjas y las veces en que el viento patagónico hacía que solo pudiera avanzar “a vuelta de rueda” pero nunca aflojó.
Fuente: El Patagónico
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