Ayer comenzó a ventilarse en la Cámara del Crimen de esta ciudad el juicio contra el camionero Guillermo Alberto Santander .
Acusado de atropellar a Axel Gallardo el 5 de junio de 2010 en el barrio 3 de Febrero. Estuvieron presentes sus padres Oscar Gallardo y Mariela Seguel, además de otros familiares y amigos e incluso allegados al acusado.
Se espera la declaración de al menos ocho testigos, entre ellos de los tres menores que vieron morir a su amiguito.
El Tribunal está conformado por Juan Pablo Olivera (presidente), Cristina de los Ángeles Lembeye y Humberto Monelos, en tanto que la querella es asumida por Adrián Ruhay y Ariel Silva, mientras que la defensa es ocupada por Marcelo Palenque.
Cabe mencionar que la Fiscalía consideró que no era necesaria su intervención, ya que no existen elementos para la acusación fiscal, por lo que no estuvo representada.
En la lectura de elevación a juicio, requerida por la querella, se dio cuenta que el accidente ocurrió alrededor de las 15:45 cuando el camión particular VW 13-180 utilizado para el transporte de volquetes que circulaba por la calle Azcuénaga dobló hacia Fratzscher violando el deber de circular con cuidado y descendió bruscamente.
Allí estaba el pequeño Axel con los ojos tapados con sus manos porque jugaba a las escondidas con sus amigos, parado de espaldas al camión que lo pasó por arriba aplastándole la cabeza y le provocó un traumatismo de cráneo y múltiples fracturas que derivaron en su muerte, según indica la elevación a juicio.
Además da cuenta que Santander detuvo la marcha del rodado, estuvo unos minutos en el lugar y luego se dio a la fuga, haciéndose presente más tarde en una comisaría.
“QUERIAN PATOTEARME”
No obstante, se pudo saber que en la declaración del imputado en primera instancia, da cuenta que al circular en calle Azcuénaga no excedió los 30km/h y que frenó al doblar por el desnivel que existe entre el asfalto y la tierra. “El parabrisas es grande y no vi a nadie, solo cuando mire por el retrovisor vi al chico tirado en la calle”, relató en esa instancia.
“Me quedé en el lugar hasta que llegó la ambulancia y se llevó al nene. Llamé al dueño del camión Feliciano Paz que se hizo presente enseguida y me dijo que me fuera a la Comisaría porque los vecinos preguntaban quién era el chofer; querían patotearme”, agrega en la declaración.
Finalizada la lectura, hizo uso de la palabra Ruhay, quien solicitó que se incorpore el testimonio de los niños que jugaban con Axel el día del hecho, a través del sistema de Cámara Gesell, quienes actualmente tienen 10 y 12 años para que relaten concretamente lo que vieron.
Luego de ello fue llamado Santander a sentarse frente a los jueces para responder a preguntas sobre sus circunstancias personales, dando cuenta que tiene 55 años, es padre de dos hijos, oriundo de Comodoro Rivadavia y actualmente se desempeña como albañil.
Además dijo que trabajó como chofer de camión durante 10 o 12 años y que luego del accidente comenzó a sufrir diabetes, por lo que estuvo internado en Terapia Intensiva y que actualmente se le dificulta realizar su trabajo porque se marea e incluso se cayó del andamio en la obra en la que trabaja.
Al ser consultado sobre si respondería a preguntas de las partes dijo que no, aunque de todos modos manifestó brevemente que “si yo hubiera chocado al chico de frente hubiera quedado aplastado, porque el camión lo dejaría finito”.
PRIMER TESTIGO
Seguidamente ingresó a la sala la primera testigo, María Cristina Chaura, quien relató que había alrededor de ocho chicos jugando en la vereda y que ella estaba afuera cuando su marido vio pasar al camión pero no el momento exacto del accidente.
Inmediatamente uno de los niños se acercó llorando adonde ella estaba y le dijo que el rodado le había aplastado la cabeza al pequeño.
“Cuando me acerque vi el cuerpito tirado en el piso, me caí y me arrastré de rodillas hasta donde estaba él. Puse los dos brazos para levantarlo y llevarlo al hospital pero no tenía fuerza. Otra persona se acercó y me dijo que lo dejara ahí porque ya no tenía pulso. Después fue la ambulancia y fue ahí cuando vi el camión parado”, relató.
“Estaba tirado boca abajo, con una mano en la cara y la otra a un costado y sus piernitas estiradas”, dijo al romper en llanto.
Cabe mencionar que en la misma jornada continuaron prestando declaración otros testigos y se estima que son un total de ocho. El juicio continuará hoy por la mañana.
(Fuente: La Vanguardia del Sur.)
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