Jonathan Rojas, quien fuera hospitalizado en calidad de detenido al ser sorprendido por la Policía en la habitación de un hotel de Kilómetro 3 expulsando cápsulas de cocaína de su cuerpo, permanece en el Hospital Regional con custodia policial. Ayer la Brigada de Drogas Peligrosas secuestró otras 20 cápsulas.
La Brigada de Drogas Peligrosas ayer a la mañana secuestró 20 cápsulas de cocaína que terminó de expulsar el ciudadano chileno que permanece hospitalizado y detenido por transporte de estupefacientes.
“Creía que estaba en Chile”, habría dicho Jonathan Rojas cuando lo hospitalizaban el martes desde un hotel de Kilómetro 3 en el que se encontraba alojado y del cual no salía de la habitación desde que llegó, el sábado.
El conserje del establecimiento que fuera propiedad de SUPE llamó a la Policía porque percibió algo extraño en la actitud del huésped que no salía ni a comer. Cuando los efectivos de General Mosconi le pidieron su documentación, el hombre se puso nervioso y dejó caer cuatro cápsulas ensalivadas, mientras se quejaba de fuertes dolores abdominales, a la par que temblaba.
Los especialistas del Hospital Regional no tardaron en confirmar con una radiografía que lo que tenía Rojas en el estómago era un cargamento de cápsulas en su sistema digestivo.
Ayer Rojas permanecía con custodia policial en la sala de terapia intermedia recuperándose. Es que desde la tarde del martes le habían logrado extraer las otras 20 cápsulas que llevaba en su cuerpo y que fueron secuestradas por la Brigada de Drogas Peligrosas y Delitos Especiales de Chubut y quedaron a disposición de la Justicia Federal.
Al mediodía aún se lo observaba vomitar en la sala, en donde lo cuidaban varias enfermeras.
EL “CAMELLO”
Rojas ya está fuera de peligro, mientras permanece detenido por transporte de estupefacientes a disposición de la juez Eva Parcio de Seleme, quien instruye la causa. En su habitación del hotel la Policía secuestró su teléfono celular y su equipaje. Los cruces de llamadas y mensajes del teléfono les brindarían a los investigadores la posibilidad de abrir el abanico de contactos que tenía el “camello”, para de ese modo llegar a los otros eslabones del camino de la droga.
Algunos trascendidos daban cuenta de que había llegado a Comodoro Rivadavia desde Colombia y que tenía como destino Chile, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente.
Según los especialistas en narcotráfico, los “camellos narcos” pueden transportar cocaína en sus intestinos en cantidades que van desde los 300 gramos hasta el kilo. La mayor cantidad de cocaína ingerida se registró en el año 1999 por una persona detenida en Tartagal (Salta), a la que se le secuestraron 1.051 gramos de cocaína distribuida en 100 cápsulas. Distintos son los “mulas” que pueden cargar más droga en forma de equipaje, o entre sus ropas.
La ruptura de la cápsula puede ser mortal por intoxicación y sobredosis. La evacuación suele producirse entre las 24 y 120 horas posteriores a la ingestión, en la que los “camellos narcos” solo pueden ingerir agua, que fue lo que al parecer hizo Rojas durante su estadía en el hotel de Kilómetro 3.
(Fuente: El Patagonico.)
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