El agujero de ozono Antártico es este año “uno de los más grandes de la historia” y volverá a afectar el sur de la Patagonia hasta el viernes con el consecuente aumento de los valores de radiación ultravioleta.
El agujero de ozono Antártico es este año “uno de los más grandes de la historia” y volverá a afectar el sur de la Patagonia hasta el viernes con el consecuente aumento de los valores de radiación ultravioleta, cuyos índices máximos serán “del orden de 12?, equivalente a “alerta extrema”, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El SMN prevé que “entre el 17 y el 20 de noviembre se alcancen índices máximos de radiación UV del orden de 12, que corresponden, según la escala internacional, a alerta violeta o extrema”, y advirtió que el fenómeno afecta “prácticamente a toda la Patagonia, siendo más intenso en la región sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego”.
“El agujero de ozono del 2015 fue uno de los más grandes de la historia, el vórtice polar aún hoy alcanza una extensión de aproximadamente 18 millones de kilómetros cuadrados, bien por encima del promedio, alcanzando un pico de unos 27 millones de kilómetros cuadrados en los primeros días de octubre. La recuperación total de los valores de ozono se estima para más allá de mediados diciembre”, detalló el Servicio.
El agujero de ozono “se forma cada año (de septiembre a noviembre) alrededor del polo sur. No es exactamente un agujero, es mas una zona con niveles de ozono muy bajo. Por la dinámica atmosférica, el tamaño y la forma cambia diariamente”, explicó a Télam el meteorólogo holandés Bas Mijling.
Según precisó, estos niveles tan altos de radiación, “valores que solamente se encuentran por ejemplo en Buenos Aires en pleno verano”, no se registraban en el sur del país desde 2011.
Así, pese a que las temperaturas no sean altas, el SMN recomendó a los habitantes de la Patagonia usar protección solar, gorros y anteojos de sol.
Un informe del SMN indicó que aunque la concentración de sustancias que destruyen el ozono se ha reducido en un nueve por ciento respecto a los valores máximos alcanzados en el 2000, los compuestos restantes y otras sustancias tienen aun un gran impacto sobre el ozono antártico, ya que pueden permanecer en la atmósfera por más de 50 años.
Respecto de la posibilidad de recuperar los valores de la década de 1980, se estima que esto podría ocurrir “alrededor del 2060-2070?, aunque es sólo una “suposición”, ya que hay otros factores que contribuyen a la destrucción del ozono,como la evolución de las temperaturas estratosféricas.
(Fuente: Patagonia Nexo)
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